El verano finalmente nos abandona una vez más. Se acabaron las tardes en la piscina y los tardíos anocheceres de terraza en camisa hawaiana y no menos coloreada coctelera en mano. Vuelven las clases, el fútbol y las colecciones que nunca logramos terminar. Pero no todo son malas noticias. El primer viento otoñal nos trae una banda americana que pretende dar una buena hondonada de aire fresco a un movimiento musical y social que vivió su época dorada hace más de medio siglo.
JC Brooks & The Uptown Sound llegó a España el pasado miércoles para presentar su nuevo álbum Want More. La sala El Sol de Madrid sería su primera parada y había mucha expectación por comprobar qué tenían que ofrecer estos músicos a los que los medios atribuyen la capacidad de incorporar con maestría una buena dosis de espíritu rebelde post-punk al soul de los años cincuenta.
Tras los minutos de retraso de rigor, en espera de que la sala terminara de llenarse, hicieron acto de presencia Billy Bungeroth, Kevin Marks y Ben Taylor en una clara declaración de intenciones. La banda trabajaría en un segundo plano para ceder todo el protagonismo al carismático JC Brooks que apareció como una exhalación metiéndose rápidamente al público en el bolsillo con su inagotable energía y su saber estar sobre el escenario. El de Chicago ha bebido claramente de los grandes front-man del soul tales como James Brown, Sam Cooke o Ray Charles y tiene claro que para triunfar en este estilo no le basta con tener buena voz sino que debe convertirse en un gran comunicador. Elegantemente ataviado con traje y corbata, el señor Brooks ha encontrado el punto perfecto entre porte señorial y distinguido y la pasión y entrega viscerales necesarias para llegar al corazón de su audiencia. De esta forma es casi imposible no emocionarse con la dramática ‘I’ve been loving you too long‘ o hincharse de optimismo con ‘Everything will be fine‘.
Sus compañeros, como anteriormente señalábamos, se acomodan en un segundo plano visual y musical para formar una magnífica base del pastel. Ben Taylor recorre sus cuatro cuerdas con una musicalidad, sencillez y precisión envidiables. Sin grandes alardes aporta con su compañero Kevin el peso y la intensidad adecuados para cada tema. Tienen la lección bien aprendida: sencillez y buen control de las dinámicas. Por si fuera poco, los tres contribuyen con unos notables coros bien armonizados que colorean unos temas ya de por sí llenos de vitalidad. Quizás el guitarrista Bill Bungeroth pueda ser la pata coja de esta gran mesa pues en ocasiones se puede echar en falta que eche toda la carne en el asador ayudando a JC a tocar el cielo en el cenit de temas como la versión ‘I’m trying to break your heart‘ o ‘Baltimore is the new Brooklyn‘. En su contención, o quizás limitación de recursos, radica probablemente el que el grupo no tenga en su formato cuarteto nada de ese supuesto post-punk del que tanto se ha hablado.
Aún así, los afortunados que decidieron asistir aquella noche a la sala El Sol vivieron un concierto de soul-funk extraordinario con un gran sonido y dirigido por un maestro de ceremonias excelente. No es de extrañar que el personal se quedara con ganas de más y se agolpara en la mesa del “merchan” ávidos de buena música. “Want more”!
Texto y fotos: IVN
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