Lo tiene todo. Sabe cantar y hacerse cercana al público. Esta vez llenó la Sala El Sol, con un excelente sonido y pegando su simpatía, a golpe de crear una adictiva colección de excelentes temas, el papelito de “No hay entradas” en la taquilla.
Conoce cómo hacer buenas canciones divirtiendo, paladeando el sabor de una versión; cambiarla, atraer con su magnetismo las notas de una guitarra que tiene domada para hacer rock, para cantar como si el soul y el pop fueran acercando la suavidad de su voz hacia el universo de lo celestial. Se le perdona todo; incluso el que alguna de sus canciones camine por derroteros más cercanos a estribillos comerciales, fáciles. Porque no hace difícil el sentirse atraído por su música. Se ha ganado al público madrileño a fuerza de visitarlo a menudo estos últimos años y ganárselo con buenos conciertos. Y a ella se la ve tan contenta de acercarse a esta ciudad, que da gusto verla cantar sus canciones.
Recuerdo un directo de una aún desconocida Joan as Police Woman en un Jazzaldia donostiarra de hace algunos años. No más de cuatro filas, nos encontrábamos desperdigados por el Kursaal. Y aún así no se acobardó en presentar su repertorio. Pasional, brillante, exacto en su pulcritud. Y sigue haciéndolo igual de bien, pero perfeccionando las notas de rock. Por eso no hay que dudar en volver a escucharla. No se aprecia el regusto a repetición en la concisa exposición de la variedad de sus temas en vivo. Con su acompañante Timo Ellis a la guitarra y batería, ella a los teclados y guitarra, prenden mecha a unas canciones que suenan igual de pasionales, aunque más melódicas en sus álbumes de estudio. En directo hace rabiar a su voz y responde, con una pericia muy cercana a la experiencia, a lo bien que lucen los temas de sus discos.
Joan Wasser (su verdadero nombre) presentó canciones nuevas, precedidas de sus dos álbumes de estudio más el último “Cover” de sus interesantes versiones. En él se anima con los originales de Britney Spears (que cantó, llevándola excelentemente a su terreno, el del quebranto fragmentado de su voz), David Bowie ó Jimi Hendrix, entre otros.
Y entre las nuevas presentadas, por ejemplo la inédita “Flash”, sonó igual de bien que cualquiera de sus canciones antiguas.
Se ve que ha aprendido rápido las colaboraciones pasadas con Antony and the Johnsons, Rufus Wainright (al que va a acompañar en su próximos conciertos estadounidenses el próximo mes de noviembre) Sparklehorse ó Tanya Donelly, entre otros muchos.
De esta manera, el grupo sabe entregar lo aprendido de la experiencia con una admirable pericia, ilustrando sus canciones con esa excelente voz, que igual sirve para las notas más duras de su repertorio que para cantar a ritmo lento, sus últimos diez minutos de concierto y dejarnos helados.
Joan as Police Woman es un grupo igual de espontáneo en directo que la imagen que, en primer plano, se observa en su Myspace: la que imita los gestos de esos puños del Robert Mitchum en la sobrecogedora “La noche del cazador”. Su directo es sumamente entretenido, variado y pasional. Joan Wasser es una cantautora brillante y se merecía el llenazo en la Sala El Sol madrileña. Visítenos cuantas veces quiera que seguro tendrá entregado a su público como el que le agradeció (y ella con suma correspondencia) la visita que, seguro, no será la última.
Texto: Ángel Del Olmo