Que Joaquín Sabina estrene el vídeo de una nueva canción siempre se agradece y estimula, pero si este estreno se produce después de cuatro años de silencio se convierte en un acontecimiento. Cuatro años sin canciones de Joaquín Sabina son muchos años, pero el mutis terminó. El 17 de noviembre se publica Vinagre y rosas, su nuevo álbum, que llega con el vídeo la canción Tiramisú de limón como adelanto.
El vídeo de Tiramisú de limón se ha rodado en el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, en Madrid, ha sido realizado por Rafa Sañudo y en él colaboran Pereza y Mónica Molina.
Tiramisú de limón es una canción con letra de Joaquín Sabina y Benjamín Prado y música de Leiva, de Pereza. La producción y la instrumentación corren a cargo de Pereza. Leiva toca la batería, bajo, guitarras acústicas y eléctricas, pandereta y coros. Rubén, la guitarra eléctrica y coros. Es la primera vez que Joaquín Sabina y Pereza trabajan juntos en un álbum del cantautor, una unión explosiva para una gran canción, de las que e incrustan en la memoria como tantas otras de Sabina.
“Hice un solo desafinado con las cenizas del amor, las verbenas del pasado gangrenan el corazón” canta Joaquín Sabina en Tiramisú de limón, una canción en medio tiempo que comienza con cierto aire porteño y después aparece bañada por el rock, con un sonido compacto y potente, enriquecida con el acordeón de César Pop y unos coros en los que aparecen Joan Manuel Serrat, Guti, Pancho Varona y Antonio Gª de Diego. Y una letra de esas a las que Joaquín Sabina nos tiene acostumbrados: “Acórtate la falda nueva, despiértate al oscurecer, túmbate al sol cuando llueva, no desordenes mi taller”.