Sus acompañantes han dejado de llamarse The Bluesbreakers -como lo fueron durante décadas- pero la solvencia de los mismos sigue intacta. A la guitarra solista Rocky Athas arrancó lamentos en poderosos solos llenos de sentimiento, Greg Rzab (bajo) y Jay Davenport (batería), ambos de Chicago, componen una sección rítmica que permaneció discreta hasta que llegó un solo de bajo largo en exceso y estilísticamente inconveniente que descolocó al público, y es que la noche se sostenía en emociones, no en virtuosismo.
Versiones de Albert King ‘Floodin’ in California’, Willie Dixon ‘All Your Love’ o su composición propia ‘Walking on Sunset’ hicieron saltar sobre sus asientos a todo el teatro, con remate final formado por ‘California’, ejercicio de improvisación con tiempo para cada músico, y ‘Room to Move’ con su inconfundible introducción de armónica.
Mayall a sus 80 años luce una vitalidad a prueba de bombas, siempre feliz sobre el escenario, incluso riendo a carcajadas mientras comparte confidencias con sus músicos. Hasta 5 minutos antes de subirse al escenario estuvo firmando discos, y al poco de terminar volvió a su mesa para seguir rubricando vinilos a los aficionados, con mayoría de cincuentones, que gritaron, aclamaron y aplaudieron todo lo aplaudible.
El ciclo Leyendas con Estrella es organizado por Estrella de Galicia.