El neoyorquino John Tirado visitó la capital para presentar las canciones de su reciente y flamante nuevo disco ‘Slow-Motion Party’ (Lucinda Records, 2009), un disco en solitario y sin su banda The Nash. Afincado en Palma de Mallorca desde hace más de una década, Tirado sigue fiel a su tradición anglosajona, a su concepción especial del pop. Con ese aire que le lleva a veces a los ratpack, en “Gang of one”, y resuena el espíritu de Sinatra. Sus canciones funcionan y transmiten en acústico si bien los arreglos del disco (ya sean teclados, chelo, saxo, bajo y batería o coros) embellecen el resultado final, aunque la base del disco es semiacústico y mantiene esa esencia en sus conciertos en solitario. “All the lazy stars” sin saxo pero con ese toque a lo Ryan Adams. Su sencillo “Suddenly”, “Oh Jodie” o “Sleepy head” (éstas últimas ambas con videoclip y futuros sencillos) son piezas con empaque y trasfondo y alto contenido adictivo; la energía luminosa de “Take it to the grave” o el pop brillante de “How much can you take”. Tiene baladas que arrebatan como “High definition”, “On my radar” o medios tiempos redondos como “Who makes you stay”, “Winter by the sea” o “Beggars and choosers”. Tirado resulta creíble en directo, porque adopta su papel con naturalidad y gusta de actuar, se gana el respeto y la admiración con sus canciones con chispa pop y regusto clásico atemporal. Curtido en conciertos de versiones (en su concierto emocionaron el “Space Oddity” de Bowie, o “Perfect Day” de Lou Reed) y con tablas de sobra, centenares de conciertos le acreditan. Una perfecta presentación en un local entrañable para ver conciertos de pequeño formato. Antes presentó sus canciones la israelí Noam con su proyecto Noam Bar Azulay, demostró sus dotes vocales y su excelente dicción en inglés, piezas que respiran espíritu pop con la tradición de la canción de autor.
Texto: Andrés Castaño