No se puede decir que Jonny Lang se prodigue en demasía a la hora de grabar en estudio o al menos últimamente. Siete años ha tardado desde aquel Turn Around que, si bien mejoraba un poco con respecto a Long Time Coming, seguía siendo algo irregular. Lo cierto es que esa irregularidad no es una novedad en la carrera del señor Lang, porque aunque es capaz de componer auténticos temazos —y siempre hay algunos en cada disco- ninguno de sus trabajos termina de ser redondo.
Jonny Lang ha tocado con la mayor parte de las leyendas del blues vivas, como B.B. King o Buddy Guy, pero que eso no os confunda. Aunque su música siempre tiene algo de blues, no es éste el género que predomina en sus discos. Más bien Lang coquetea desde el pop con el funk, el soul o el blues. Y eso también dar lugar a confusión, porque no significa ni mucho menos que su calidad sea menor, simplemente que no es blues y que su sonido tiene una clara orientación a eso que lo norteamericanos llaman el easy-listening. Y para colmo el tipo es conocido sobre todo por ser guitarrista, pero en sus discos su voz tiene un papel mucho más preponderante que su guitarra.
Fight For My Soul es básicamente más de lo mismo, para bien y para mal. Para bien, porque de nuevo nos encontramos con grandes composiciones, como River, Blew Up (The House) o Not Right; y para mal porque ahonda en ese enfoque pop que para una media hora no está nada mal, pero durante una hora puede llegar a ser francamente empalagoso.
Texto: Juan Manuel Vilches