Rouse se acompaña de una banda de excepción (entre ellos Raül Fernández, a.k.a Refree, a los teclados). Y suena rico en matices pero le falta fuelle, se vuelve un trovador atemporal con sustancia pero que ha perdido su toque distintivo, repleto de folk de todos los tiempos, de matices soul y de la chispa pop. Por eso su concierto pecó de sonar blando, brillaba y sobresalía cuando recuperaba temas de ‘Subtítulo’ (Bedroom Classics, 2006) como “Summertime”, “Quiet town” y ‘1972′ (Rykodisc, 2003) “James”, “Flight attendant”. Los muy fans disfrutaban con todo pero el resto de público sólo resurgía especialmente con los temas más antiguos, con ese leve soul y folk sui generis que le ha caracterizado. Para los bises sorprendió a pelo con “Come back”, “1972” con teclados y acústica, y con “Winter in the Hamptons”, todas ellas radiantes al desnudo. Para cerrar con la deliciosa “It’s the night time” de ‘Nashville’ (2005) con la banda al completo. Una pena porque su sensibilidad musical y su capacidad para construir canciones enormes es notable. Sabor agridulce, más a pomelo que a naranja.
Texto: Andrés Castaño
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