Mucho revuelo han levantado estos alemanes desde la edición de su primer disco en 2012. Un revuelo hasta cierto punto incomprensible, puesto que no son los primeros —ni serán los últimos- en apuntarse a este revival de los setenta que vivimos desde hace unos años y que bandas como Wolfmother o Graveyard ya han explotado con más o menos acierto.
Abra Kadavar es una continuación de su primer trabajo en todos los sentidos: mismo sonido, mismas estructuras y cuya mayor novedad parece ser una mayor duración. Eso no significa que sea una decepción. Al contrario, quienes disfrutaron de su primer disco seguramente lo seguirán haciendo con este, porque hay algunos temas con gancho, como Eye Of The Storm y los últimos veinte minutos traen algo de frescura a esta amalgama de rock setentero, especialmente con Rythm For Endless Minds y Abra Kadabra, donde el trío se adentra con timidez en la psicodelia.
Si bien el álbum tiene momentos interesantes, poco puede aportar más allá de un entretenimiento pasajero, porque todos los riffs, las melodías y los estribillos suenan a refrito de lo que ya hemos oído en bandas clásicas, pero sin añadir una gota de inspiración. Son ya muchas las formaciones que se dedican a practicar este género y algunas han puesto alto el listón, como Witchcraft, por lo que muchos aficionados esperan a estas alturas algo más.
Texto: Juan Manuel Vilches
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