El día 7 de julio de 2009 el planeta vivía de una manera u otra el funeral de Michael Jackson, en la tele varias cadenas retransmitían el memorial, en la radio también, te parabas en el semáforo y los coches que te rodeaban iban escuchando alguna temazo de Michael Jackson que no te dejaba oír bien ese disco de Kool and the Gang que llevabas puesto en el tuyo…y es que en esta perdida parte del planeta llamada Madrid ayer tocó una de las bandas de funk más aplaudidas de los 70 y, por desgracia, una de las más exitosas bandas de baladas soul-jazzeras de los 80.
Cuando llegas al nuevo escenario de Puerta del Ángel de los Veranos de la Villa, te das cuenta de por qué mucha gente de la que estuvo el día anterior viendo el concierto de George Benson se acordaba mejor de la imagen de la luna cayendo al lado del Palacio Real que de la música del guitarrista; es cierto que la estampa es preciosa, además la gente andaba a escasos minutos de empezar el concierto muy sensibilizada con lo de Michael Jackson, todos comentaban el discurso de Brooke Shields o la actuación de Stevie y por supuesto la espera del concierto se amenizaba desde la mesa de mezclas con el “Off the Wall” de MJ.
¿Pero esto es una crónica de un concierto de Kool and the Gang, no?. Pocos minutos después de las 21:30 marcadas como inicio del bolo, los de Nueva Jersey salían al escenario con sus trajes blancos impecables cantando uno de sus éxitos ochenteros, “Fresh”, para “celebrar” en Madrid lo que prometía ser una noche de baile divertidísima. Los primeros temas del concierto siguieron la línea que la banda marcó a principios y mediados de los 80 y al público no acababa de moverle mucho del asiento. Éramos unos pocos los que nos atrevíamos a bailar con los primeros acordes del concierto, un show dicho sea de paso que la banda dedicó por completo a… Michael Jackson.
Entre el frío del respetable, que no del ambiente, y tras su primera tanda de temas vino lo que sin duda fue lo mejor de la noche. Los Kool and the Gang avisaron viaje a los años 70 y cumplieron su palabra; una detrás de otra tocaron sus mejores temas del que probablemente sea su disco más redondo, “Wild and peaceful”. La primera en caer fue “Hollywood swinging”, seguida de la que se ha convertido en su canción más famosa para las nuevas generaciones tarantinianas, “Jungle Boggie”, y terminaron la minifiesta funkera con el clásico “Funky Stuff”. La gente cantó y bailó pero no se levantó del asiento (nota mental: ¿Cómo te puedes quedar sentado escuchando “Jungle Boggie”?).
Increíblemente, tras este lapsus de temazos, y cuando empezaban a aburrir con sus baladas, la banda se puso a tocar ritmos tropicales, incluso algún intento de reggae, para comenzar un show de interacción entre ellos y el público en el cual los miembros de la banda hacían alguna gracia y bailaban un poco, más o menos lo que se conoce como “vamos a comernos 20 minutos de concierto sin hacer nada”. Increíblemente después de este “truquillo artificial” todo el mundo se puso de pie para bailar, momento perfecto para que sonase la primera de sus dos canciones más exitosas, “Get down on it” y tras un breve paréntesis, y otro “truquillo” en forma de solo de batería los Kool and the Gang se despidiesen del respetable con su “Celebration”. Qué temón. Una pena que los de sonido volviesen a pinchar a Michael Jackson tras el concierto, es la primera vez en mi vida que veo al público pedir otro tema a los de la mesa en vez de a la banda que acaba de dejar el escenario.
Y por cierto, ayer tocaron los Kool and the Gang en Madrid, con esto de Michael Jackson lo mismo se me ha olvidado comentarlo…
Texto: Ladyizabella
Fotos: Almudena Eced
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