Hablar de Tomás de Perrate es hablar sobre la tercera generación de una familia con amplia tradición flamenca. Nieto de Manuel Torres e hijo de Perrate de Utrera, este cantaor andaluz descubrió sus dotes artísticas en 1999, cuando rebasaba la treintena y vivía plácidamente como peluquero de mujeres.
Mucho ha cambiado su vida desde entonces. En poco más de una década puede presumir de ser profeta en su tierra y de haber girado por media Europa con sus actuaciones.
El utrerano aprovechó su minigira por Madrid para dejarse caer por las oficinas del Noise off festival y, de paso, realizar un concierto en acústico acompañado por los acordes de una guitarra: