Título: Seeds of the New Dawn
Sello: Rock On
Fecha de edición: 20 de mayo de 2009
Más información: web/myspace
Listado de temas:
01 — Under Siege
02 — Vertigo
03 – Leaning Towards Darkness
04 — Night After Night
05 — Can’t You See
06 — Meth
07 — Into the Shell
08 — Lois Veziat
09 — Among the Spiders
Frank Miller cuenta, y dibuja, aquello de que “en un callejón de Sin City puede ocurrir cualquier cosa”. Cosas como que las prostitutas regenten, y dominen, un barrio de Baisin City; que el obispo Patrick Henrick Roark pueda criar, y proteger, a un asesino caníbal; que un senador sea capaz de ocultar la carrera criminal del perturbado de su primogénito así como acabar con la reputación de un honesto policía al borde de la jubilación; o bien que esa bestia llamada Marv sea capaz de derrochar violencia gratuita para sentirse como en la Edad Media,…. Sin City asiste al desarrollo de sórdidas historias que perfectamente podrían tener como banda sonora el último disco –Seeds of the New Dawn [Rock On, 2009] de The Rippers. Y es que hasta el nombre de la banda catalana -Los Destripadores- viene que ni pintado para dar ambiente musical a esta novela gráfica o a cualquier film de terror.
Antes de diseccionar por partes el álbum de The Rippers, al más puro estilo de Kevin, hay que recordar que esta formación catalana lleva más de una década en la brecha. Su punk rock oscuro le ha servido para abrir las actuaciones de bandas tan reconocidas como New Bomb Turks, Buzzcocks, o Queers. Incluso han publicado un single compartido con Turbonegro. En 2006, Rock On editó su trabajo definitivo: Nomelec’s Revenge. Oscuro, siniestro, crudo, directo, como una patada en los mismísimos. Y desde entonces conciertos y silencio en estudio. Casi tres años después, el cuarteto tarraconense vuelve al candelero con un disco breve, excesivamente corto ya que sólo contiene nueve canciones, en el que mantiene la línea mostrada en Nomelec’s Revenge, pero en el que echo en falta alguna canción que rompa los medios tempos que predominan en Seeds of the New Dawn.
Seeds of the New Dawn no presenta muchas novedades respecto a su antecesor. El sonido sigue siendo muy bueno, obra de Santi García, y tal vez el punto donde más ha evolucionado la banda ha sido en el apartado vocal. The Rippers siguen utilizando fundamentalmente como vehículo de expresión la voz de Marc Teichenné, que en esta entrega presenta una mayor variedad, y, sobre todo, contribuye muy bien a crear ese ambiente inquietante que rodea a las nueve composiciones de Seeds of the New Dawn. Variando el registro de voz de limpia, que se emplea en pocas ocasiones, a rasgada, la más utilizada, y en algunos compases, como en “Night After Night“, grita, escupe odio, como si fuese un cantante de black metal.
En el apartado instrumental, The Rippers siguen sonando punzantes, hirientes. Con la precisión de un cirujano, evolucionan desde inquietantes riffs de medio tempo hasta llegar a estruendosos clímax sonoros. Como ya he dicho, echo de menos canciones que alteren el ritmo lento bajo el que discurre Seeds of the New Dawn. Pero quizá esta cualidad de desarrollar las canciones a partir de un riff de medio tempo y progresar hasta alcanzar el momento cumbre, en el que guitarras, bajo y batería alcanzan su mayor potencia, sea la forma que The Rippers tienen para cambiar de ritmo. Un cambio progresivo, donde la potencia poco a poco va aumentando y, paralelamente, el interés y la atención por las canciones también crece. Un disco que gana con las escuchas, al menos en mi caso, algo que puedes comprobar tú mismo ya que los tarraconenses han decidido facilitar la distribución del disco mediante una descargar directa que se puede realizar a través de su página web. Eso sí, si te gusta, muévete con presteza ya que físicamente sólo se va a editar en vinilo, y la tirada estará limitada a 315 copias.
Valoración: 65
Texto: Carlos Ayllón