Ya desde el verano de 2008 se anticipaba el futuro papel que esta neoyorkina iba a desempeñar en el panorama pop mainstream. Pero había algo más que le hacía despuntar más allá que sus competidoras, tanto las afincadas como las que al final se han quedado por el camino. Por una parte su actitud, descarada, fiera, frívola, descontrolada, bizarra, casi marciana (para una popstar, se entiende); por otro lado su imagen, con una estética excesiva hasta lo indecible, tanto en su manera de vestir como en sus shows y videoclips. Y por supuesto, no han faltado los hitazos indiscutibles, porque sin ellos no hay imagen ni actitud que valgan. Muy lista la señorita Germanotta, que con sabiduría ha conquistado el mundo del pop y ha convencido a los que buscan algo más que el típico acomodamiento de otras coetáneas (léase la Britney post-Blackout o Beyoncé). No se recuerda nada similar desde Madonna, aunque quizás Lady Gaga lo haya llevado un poco más lejos. El tiempo dirá si se mantiene o se despeña.
Por ahora nos obsequia con esta ampliación de su The Fame en forma de EP, The Fame Monster, con un primer single de presentación que ha generado ciertas dudas. El parecido de “Bad romance” con “Poker face” es evidente: su afición por las onomatopeyas (o algo) sigue estando presente, la producción oscura, los cambios melódicos radicales entre estrofa y estribillo. Pero al final sí que cuenta con personalidad propia, llevándola por senderos más oscuros si cabe, y sobre todo más sucios, con unos sintetizadores dignos de Depeche Mode aunque llevados al límite, que junto con ese amor autodestructivo que predica su letra, lo convierten en el bombazo que esperábamos. Eso sí, el factor sorpresa ya no es el mismo, pero buen comienzo al fin y al cabo.
El resto de temas siguen una estela similar, salvo cuando le dan los ramalazos Aguilera en Back To Basics, esas canciones neo-soul donde tanto le gusta demostrar su pericia al piano, pero que rompen bastante con el conjunto y en ocasiones resultan cargantes (“Speechless” y “Teeth” basicamente). Preferimos su papel de electro-perra, que por supuesto cumple a la perfección en “Telephone”, el dueto con Beyoncé (más afortunado que en “Videophone”) que funciona como un reloj, o en “Alejandro”, a pesar de que esa flauta peruana del principio hace presagiar lo peor. Mención aparte merece “Dance in the dark”, que es pura dinamita, con un estribillo más propio del tema principal de una película ochentera de Bruckheimer, que cruzado con ese tufillo euro-dance la hacen difícilmente irresistible. Al final Lady Gaga nos ha dado lo que esperábamos y queríamos: un EP bastante completito donde mantiene la esencia de su debut, pero que evoluciona lo suficiente para no repetirse.
VALORACIÓN: 7
Artista: Lady Gaga
Álbum: The Fame Monster
Discográfica: Polydor
País: EEUU
Año: 2009
Más información: web oficial, myspace
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me gusta todos tus disco lo ases muy bien