Linkin Park es una banda que encadena éxitos. Aunque la calidad irregular de sus discos debería haberles pasado más factura, lo cierto es que la banda supo como enfocar su evolución y su pasado musical en A Thousand Suns. Aún así, su estilo sigue estando demasiado centrado en un público joven y no acaban de conseguir un trabajo que no tenga fecha de caducidad. Como punto positivo sumamos el videoclip de “Waiting for the end”, oscuro pero precioso, con unos efectos realmente logrados. Si os pica la curiosidad, os dejo un enlace al making of.
Vía: Hipersónica