La ausencia de Ish Márquez impidió un dueto que puede ser magnífico junto al gerundés José Domingo. Pero Domingo tan sólo con su voz y con su acústica nos ofrece lo mejor de los grandes ‘crooners’, desvela la soledad, aplasta el desamor y saca a relucir las miserias del vivir. Comenzó con un tema potente como “Smoking cigarettes”, para pasar a un tema tan redondo como “June or july” grabado junto a Mariona Aupí (del grupo Fang) e inspirado y compuesto en Cadaqués. La mayor parte del repertorio se centro en su primer disco en solitario ‘Suddenly’ editado en Francia por el sello Stupid Competitions, Domingo estuvo antes como guitarrista y vocalista en la banda Psychoine. Tocó una “bossa nova de psiquiátrico” (como definió él) llamada “Blanco y negro” y dedicada a Mariona. O interpretó con gran soltura una canción inspirado en el cuello de una amiga suya, “Straight to your neck”, y es que Domingo no es drácula, es humano. Adelantó un tema de su próximo disco, precisamente de la canción que dará título al disco, “Tengo mil razones”. También convenció con “Una carta del diablo”. Cerró con “Vanity” un set corto pero intenso. Tiene tablas en escena, y sobre todo canciones que llegan. Eso sólo ocurre con los que poseen un gran talento.
Lo de Lonely Drifter Karen es preciosismo, una mezcla de música de ensueños que bien podría ilustrar un cuento de fantasía, desde pop, folk, cabaret, estándares de la canción americana de los 50 y 60, aires de músicas del mundo. La banda posee la belleza de los matices y de las melodías cautivadoras. Frente ante esos ingredientes cualquiera diría que el grupo tiene una dilatada carrera, pero no, con tan sólo dos discos han conseguido obras tan magnas, que impactan, sorprenden, y además ha sabido construir su propio lugar, resaltar sus señas de identidad. Venían a presentar ‘Fall of spring’ (Crammed Discs / Nuevos Medios, 2010) una joya aún más refinada que su exquisito debut, ‘Grass is singing’ (Crammed Discs, 2008). Una vocalista, la austríaca Tanja Frinta que nos encandila con su voz y con visos entre candor, inocencia y astuta juventud. Un batería, el italiano Giorgio Menossi, que parece traído de una gran banda de jazz. Y un guitarrista, que les acompaña en directo, que parece salido de la banda de Tom Waits. Marc Melià , ex El Diablo en el Ojo, responsable de la música, se muestra como el excelente pianista que es. Si cabe la pega es que Marc también toca el bajo con teclados, y si es cierto que un contrabajista en directo le daría mayor empaque a la banda, presentada en directo como cuarteto. Desfilaron de su primer disco temas tan magníficos como “La Chouette”, “This world is crazy”, “Climb”, “The owl moans low”, “La hierba canta” o “Cassablanca”, un solo de piano y voz desarma, es preciosa en disco y en directo resopla con suavidad. La piel se pone de gallina al escuchar “Dis-in-motion” la canción que abre su último disco, o con “Russian bells” cuyas orquestaciones pueden recordar a los Flaming Lips. Imaginativa y sugerente su versión de “The Model” de Kraftwerk llevándola a su terreno. En definitiva una banda deliciosa en directo.
Texto: Andrés Castaño