Los Delinqüentes, ‘los secretarios de la juerga’, han salido a la calle a pintar con humo los mandatos de la época iconoclasta.
A su lado una marabunta de ‘garrapateros’ fieles a su sonido, que llenaron en Madrid el Palacio de Vistalegre de sonrisas y canutitos, igual que ocurrirá de seguro en cada uno de los puertos en los que su barco pirata está por recalar. Una lástima que el recinto suene tan hueco, entre el público algún ‘exquisito’ lo denominaba, ’sonido de caseta de feria’. Pero aunque ellos también lo sufrieron, tienen ya demasiadas tablas para dejarse llevar por los contratiempos.
Si en algo podemos distinguir a los seguidores de ‘El Ratón’ y compañía es un ’sentimiento chirigotero’, muy gaditano por cierto. El espectador medio de Los Delinqüentes gusta de fumar sus cositas, baila desinhibido y, sobretodo, gesticula interpretando al menos la mitad de las canciones. Lejos queda el tópico del ‘perro flauta’ con rastas, que también los hay, pero que son sólo una parte del amplio abanico del auditorio.
La razón está en sus canciones, himnos para los momentos de juerga. Este quinto disco, que da nombre a la gira, es un homenaje a ‘Migué’, pieza fundamental del grupo hasta su trágico fallecimiento en 2004. Lo ciero es que ‘Bienvenidos a la época iconoclasta’ es un álbum que pese a un par de resbalones (Julieta Venegas y Los Delinqüentes, por mucho que todos nos queramos, no pegan ni con cola), se sostiene a la perfección en directo conjugadas con los temas que lanzaron al grupo.
Eché de menos el sonido del Hammond de la canción ‘Gas Butano’, que fue una de las que colocaron entre clásicos como ‘La Primavera Trompetera’, pero que sin embargo destacó por esa ruptura tan circense que tiene al final de la canción. El público ya bailaba enloquecido y el concierto no llevaba más de cuarto de hora de recorrido. Después llegaron otras sorpresas como una batucada brasileña que se sacaron ellos solitos del bolsillo, algún destello de psicodelia, el ‘Get Up, Stand Up’ de Bob Marley como introducción de uno de sus temas o la aparición sobre el escenario de ‘El Langui’ y ‘El Gitano Antón’ para cantar ‘Piratas del Estrecho’.
Las frases de sus discos son toda una filosofía de vida, un canto despereocupado y callejero. Esa fina línea que separa el ‘hemos venido a emborracharnos’ (qué también tocaron) de el ‘tú sólo quieres quererme cuando tú quieras, pero yo no soy Pinocho, que el corazón tiene de madera’, es la que tanto atrae a su público.
Vistalegre es ya una plaza tomada por los jerezanos, una banda con aplomo sobre el escenario, con un ’show’ estructurado para que cada escalón (cada canción) aumente la alegría del auditorio hasta llegar al éxtasis. Por delante 13 conciertos por la Península (que puedes consultar aquí) y que garantizan alegría y bailoteo al que se acerque. Es, casi, una advertencia!!
Te dejamos con uno de los vídeos de su último álbum.