El caso de Los Pedales es tan significativo que podría definir la situación, historia o devenir de cualquier banda de su entorno. Formado por los hermanos Gustavo y Rodolfo Muñoz, Los Pedales es un grupo que hará un par de años debutó dejando un muy buen sabor de boca con Nuevo mundo (10), un trabajo a caballo entre el pop anglosajón y el folk americano. Sin hacer mucho ruido, sin más apoyo que el de su propio equipo se patearon el país presentando una propuesta sólida y defendible.
Ahora toca el turno de Crónica del viaje de vuelta (autoeditado), donde acentúan su sonido, lo homogeneizan y por lo menos, o así lo aseguran, dan a entender qué no quieren para el futuro: “Cuando arrancas, el desconocimiento de la industria mantiene una ilusión que cuando pasa el primer empujón vas viendo que no es así. Descubres que es dificilísimo salir a flote entre tantos grupos y que somos uno más, ni mejor ni peor, con la ley del más fuerte, todos tienen la misma ilusión y las mismas posibilidades. La industria es fría, como el mercado pero las decepciones te hacen más fuerte, darte cuenta de lo que no quieres“.
No denotan amargura en su discurso, al contrario, más ilusión por labrarse una carrera digna, no importe el tamaño que tenga: “No quisimos pasar por un periodo caótico de grabación como nos ocurrió en el primero, por eso nos hemos ido con Paco Loco. Nos interesaba de él la actitud, veníamos de Nuevo Mundo en el que todo estaba super organizado, en el minuto 1 había un estribillo, o aquí salía un puente. Con Paco Loco hemos grabado el disco muy rápido, en 12 días, y dejar esa impronta, buscar frescura. También quisimos meter un punto de improvisación en el estudio en algunas canciones. Le dejamos hacer su papel, si trabajas con Paco es para que dejarle volar un poco“.
Esta crónica habla de sus experiencias, pero tampoco es autobiográfica, “no es nuestra propia crónica lo que aparece en el disco, hablamos desde otra perspectiva, llegando a casa y abriendo una maleta, a partir de ahí suceden diferentes historias, no una sola, recuperamos el concepto de disco conceptual, como los de The Beatles o The Pink Floyd“, influencias en los hermanos.
Y así poco a poco empiezan a coger las riendas relamente de hacia dónde quieren ir, con los discos, con los conciertos y con su carrera: “Una de las cosas que podemos hacer es ir con más tranquilidad, que lo que hagamos nos agrade aunque nos demos de hostias para poder seguir grabando, ilusionándonos… el mayor objetivo es grabar cinco discos mejor que cuatro. Tenemos el destino marcado, estaremos lo que aguantemos, intentándo hacerlo lo mejor posible. Que en un tercer disco la gente vea el mismo salto de madurez que hayan podido ver en este, sin complejos y siendo honesto contigo mismo“, la receta perfecta para lograr su objetivo, que madera tienen para ello.
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