Lucas es un todo-terreno, desde hace unos quince años se dedica profesionalmente a componer y a tocar. Sus canciones han sido interpretadas por gente como Clara Montes, Mónica Molina, Sergio Dalma o Raphael. Ha publicado diversos discos tanto en España como en Argentina, además de haber actuado en muchos países del mundo.

En 2009 sale “Palo al agua” con EMI. Aparte ha auto-publicado los discos “Es un trabajo duro” (2008), y “Amantes y un después” (2009). En 2005 graba dos temas para el disco “El Búho Real” bajo la producción de Javier Limón. Ahora entrega “Piscinas vacías“, un nuevo álbum compuesto por diez cortes de gran calidad a caballo entre el rock y la canción de autor y co-producido por el mismo Lucas y Diego Montoto.

¡Pero nada de repeticiones! La poesía prima en todos y cada uno de los textos del LP, una bella poesía que se nutre de historias costumbristas y alejadas también del día a día. Una canción que sirve como referente a este dato podría ser ‘Remedio‘:

“Tengo un atasco vital, una crisis mundial,
una falta de afecto, Una tendencia fatal
a enamorarme de quien no me quiere ni muerto.”

En cuanto a las melodías, uno puede toparse con las raíces latinas, como en ‘Madrid-Buenos Aires‘ o con las más mediterráneas, tal y como demuestra ‘El mundo está mal‘, casi una canción protesta. “Piscinas Vacías” contribuye a enriquecer un paladar distinto, no tan sibarita, pero si rico en armonías dispares entre sí. Pensar en un disco conceptual es caer en el error.

La luminosidad y el toque pop corre por cuenta de ‘Refuerzo positivo de la luz‘, que además es la pieza encargada de abrir este cancionero.

Lanzarse a la piscina o hacer malabares sin red es lo que entraña este largo de Lucas, aventurarse a la caída sin conocer que puede encontrarse uno al final. Únicamente la idea de que algo puede ocurrir. ¿El qué? He ahí el misterio.