Hay artistas que son mucho más que música, con los que uno se identifica rápidamente como pueden ser Kake de Caskarrabias, el incombustible Rosendo o Luter que pone su alma en cada canción y se ha dejado la piel concierto tras concierto, primero en una banda como Los Reconoces, luego Ginebra Venci y ahora en esta aventura en solitario en la que cerraba la gira de su primer trabajo para en uno o dos meses sacar nuevo disco , algo que sin duda estamos más que ansiosos de escuchar pero por el momento tendrá que esperar por lo menos un mes. Como decíamos se despidió en Madrid con una sala completamente entregada que disfrutó un set list bastante especial y de bastante duración para la ocasión.
Antes que Luter salían al escenario Insolenzia a los que he tenido oportunidad de ver en directo abriendo para Desastre y que estaban presentando su nuevo disco-libro “La boca del Volcán” producido por Luter. En aquella ocasión no puedo negar que no me convencieran y es que me parecieron bastante flojos , lo contrario que esta noche donde he visto que han ganado enteros a nivel musical enganchándome nada más escuchar canciones como “Ni risas ni versos”, >”Caudé” o el que da título a su nuevo trabajo “La boca del volcán”. Se nota que han cogido experiencia y eso se agradece ya que la banda suena sólida y contundente. Si que me han convencido si señor.
La sala ya presentaba un aforo bastante notable que explotó de alegría nada más escuchar los primeros acordes de “La cola” a la que seguiría “Fin” que nos dejaría con la boca abierta y la puerta abierta a disfrutar de buen rock and roll con unas letras que se pueden clasificar de pura poesía. Trás estas la primera alegría de la noche , el recuerdo a “Los reconoces” con “Atrapado”, un rock and roll guitarrero y callejero que sin duda nos atrapa al igual que las nuevas canciones que pudimos escuchar como “Quita bién” o “Cada día” , muy en la onda de lo que ha aparecido en su trabajo de debut.
Luter con Insolenzia
Hubo espacio para los temas que todos deseábamos escuchar como “Arrabales” , “Esperpento”, o “Los cíclopes” que cada día me gusta más además de tener la sensación de cercanía y de gozo al ver como la banda transmitía ese sentimiento aunado con honestidad, poesía y ese “algo” que poco tienen como el desparacido Antonio Vega al que se rindió tributo con una enrockerizada “La chica de ayer” que sonó formidable y que nos puso a todos una sonrisa de oreja a oreja como las interpretaciones de “Entre la maleza” y “objetos perdidos” con el que dió fín a una noche de poesía y rock and roll.
Texto y fotos: Charly rock and roll