Veinte años más tarde y después de una errática trayectoria con diversos cambios en la formación, George ha recuperado a su colega Oni para componer un álbum brillante en el que, tanto guitarrista como vocalista demuestran estar en una excelente forma y que la química surgida en su lejano primer encuentro sigue activa en Smoke & Mirrors. Además, el disco cuenta con la inestimable presencia del omnipresente en docenas de producciones Marco Mendoza (bajo) y el batería Scott Coogan (Brides Of Destruction, Ace Frehley).
En ocasiones, cuando menos se espera, uno se topa con discos que, a priori, no parecen ofrecer garantías de satisfacción. Después de una carrera cambiante donde el grupo incluso coqueteó con el rap-metal, no era de esperar que Lynch Mob entregasen un trabajo tan competitivo y centrado. Y es que, la vuelta a sus orígenes les ha sentado de maravilla. Aunque ese acercamiento hacia el pasado tiene sus matices.
Lejos de su paranoica relación con Don, un George Lynch inspirado nos ofrece todo un repertorio de recursos guitarreros de lo más variados que, junto a la espléndida labor vocal de Logan, con un registro ligeramente desgarrado, y la eficacia de Marco y Scott, facturan un puñado de composiciones donde sentimiento, sensibilidad y energía se funden de forma tan apasionada como coherente. Como queda demostrado en el propio “Smoke & Mirros”, una emotiva balada que deviene en medio tiempo para mantener un crescendo paulatino de resultado hipnótico. Antes, en el inicio, con “21st Century Man”, rentabilizan sus mejores argumentos a base de guitarras flexibles que extraen armonías magnéticas de solvente fantasía. Algo que repiten en temas como “My Kind Of Healer” y “Time Keepers”, de lo mejor del disco junto a “Revolution Heros”, donde mantienen el exquisito nivel con cierto acercamiento a Guns n’Roses. Sin olvidar “Let The Music Be Your Master”, otro corte deslumbrante en el cual planean las sombras de Led Zeppelin y Ted Nugent, con sostenido de bajo a cargo de Marco y un sugerente solo de guitarra de evocación pretérita.
Por otra parte, “Lucky Man”, es algo más convencional aunque George deja también su marca; mientras que, en determinado momento de “The Phacist”, su solo nos hace recordar por unos instantes a UFO, entretanto el bajo deja su huella.
Un álbum categórico que devuelve la credibilidad a un Lynch que no pone límites a su inventiva, hasta el punto de flirtear con las formas de la música clásica, como se descubre en “We Will Reamins”.
CALIFICACION: 8,5
GRUPO: Lynch Mob
TITULO: Smoke & Mirrors
DISCOGRAFICA: Frontiers
AÑO: 2009
PAIS: Estados Unidos
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ