Gracias a Achilifunk: Gipsy Soul 1969-1979 el público amante de la rumba y sus derivados descubrió que había mucho más oculto en el movimiento que durante aquellos diez años que delimita el título cambió la música popular patria. Txarly Brown, artista multidisciplinar y verdadero Indiana Jones del género, desempolvó material de la escena catalana para fundirlo con otros atrevimientos venidos de comunidades autónomas como la andaluza (‘El Garrotín‘ de los psicodélicos Smash). Posteriormente Brown continuó con sus Achilifunk, aunque tirando ya de nombres actuales que utilizaban la rumba cual piedra de toque con la meta de dar sabor a un bebedizo especial.

Mikel Unzurrunzaga Schmitz, o lo que es lo mismo, Mikel Makala, también arranca de parámetros hermanos a los de Txarly para untar la tostada con boogaloo, swing, ska, latin o house. Unexpected Tapas tiene muy bien ganado su título, ya que desde ‘Máquina De Amor‘ hasta ‘Makalambo‘, ‘Vamos A Comer‘ y ‘Bacalao Al Pil-Pil‘, el oyente parece iniciar una jornada de cata y disfrute de los pinchos más veraniegos de las mejores terrazas de aquí y de allí, desde Río de Janeiro a La Barceloneta. El ritmo es contagioso y el “happy sound“, como lo cataloga el propio Makala, se apodera de los pies y las caderas.

Txarly Brown acompaña con el diseño gráfico, aunque a la hora de aceptar colaboraciones este Unexpected Tapas atesora una lista casi inabarcable de colegas de profesión y amiguetes del bueno de Unzurrunzaga que arriman el hombro y los instrumentos, si se da el caso; desde Zigor DZ hasta el Fundación Tony Manero Migueliro Superstar, pasando por Guim García, Jon Lonbera o Eneko Varona. Un hotel de cinco estrellas en el que convivir en condiciones excepcionales con unos talentos que funcionan bajo la batuta de un Mikel exhibiendo mano presta para descomponer unas papas alioli en canciones de cuatro minutos.

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Sergio Guillén