Journal For Plague Lovers es el noveno álbum de estudio de la banda galesa Manic Street Preachers. Diecisiete años han pasado desde su primer disco, Generation Terrorists, y desde entonces su sonido ha cambiado mucho. Los más melancólicos recordaréis sus comienzos cañeros y desenfadados, se les comparaba, por entonces, con Guns n’ Roses. Años después el sonido del grupo evolucionó hacia un pop rock cada vez más suave, muy brit; siguieron una evolución que podría ir desde Oasis hasta Coldplay. Y en esta parte blandita y un tanto aburrida del grupo nos encontrábamos cuando de repente publican su último trabajo, Journal For Plague Lovers, y nos dejan a todos con la boca abierta.
La última década y sus últimos tres discos se habían caracterizado por ser bastante tediosos. Estaban haciendo una música que a mí personalmente me parece agradable y fácil de escuchar (como todo lo suyo), pero que no emociona ni dice demasiado. Parecía que el grupo estuviera rodeado de un halo de apatía constante. Siempre se ha considerado que su mejor época fue la segunda mitad de los noventa, y The Holy Bible, de 1994, uno de sus discos más venerados. Fue el último en el que participó el guitarrista y letrista Richey James Edwards, desaparecido un año después, y ahora, como homenaje a Edwards, y para deleite de los fans, la banda ha compuesto este nuevo disco con antiguas letras de Edwards rescatadas de un cajón.
Es un disco que vuelve a la mejor época de los Manics, y que es inevitable comparar con The Holy Bible, por varias razones: porque las letras son de Edwards también, porque es un disco con un sonido rockero, imponente y compacto, y porque la portada de ambos discos la ha diseñado la misma artista, Jenny Saville. Una portada, la del Journal For Plague Lovers, que ha levantado mucho polvo, y que ha logrado que varias cadenas de supermercados en Reino Unido se nieguen a vender el disco o lo hagan tapando la portada original.
De cualquier manera, la coincidencia más importante entre los dos discos es la música. El disco se abre con la canción “Peeled Apples”, sin duda un comienzo fuerte, uno de los mejores temas del disco. Un bajo rotundo, un riff de guitarra muy a lo Foo Fighters (existe más de una similitud con la banda de Dave Grohl en este disco) y un estribillo pegadizo y no demasiado comercial. Sobre la semejanza con la banda liderada por el exbatería de Nirvana hay detalles curiosos. La canción que da título al disco tiene bastante parecido en la estructura y en el bajo con la mítica “Learn To Fly”. Creo que esto refleja la regresión a una época, aquella entre 1995 y el año 2000, en la que, quizás algo eclipsados por la explosión new metal, se hacía un rock que venía dando los últimos coletazos del grunge y que trataba de encontrar un nuevo camino en el cambio de siglo, al margen de la moda del momento. Para mí este disco parece lanzado hace diez o doce años, y eso tiene mérito, sobre todo para una banda eminentemente brit, considerando la tendencia actual hacia el dance que están sufriendo la mayoría de bandas del Reino Unido.
Uno de los principales temas del álbum y que se puede escuchar en su myspace es “Jackie Collins Existential Question Time”. Tiene todas las papeletas para convertirse en el single principal, y tiene bastante, supongo que por la forma de cantar de James Dean Bradfield, de su etapa más “suave”. Suena más comercial, más forzado, como cualquier single al fin y al cabo, y lo más destacado de la canción es la letra, con un estribillo en el que mencionan a los Sex Pistols, “Oh mummy, what’s a Sex Pistol?”, y que trata de la hipocresía del catolicismo.
El disco también tiene canciones lentas y melancólicas. Entre estas podemos escuchar “Facing Page: Top Left” (acústica, realmente preciosa) o “Williams Last Words” (un guiño a los años cincuenta, a través de la batería y los violines), pero yo me quedo con “This Joke Sport Severed”. En el primer minuto de la canción sólo escuchamos la voz de Bradfield y la guitarra acústica, y cuando estamos convencidos de que se trata de una nana, unos segundos de ruido (de lo que podría ser una mezcla entre el sonido de la cabecera de la serie Lost y de los anuncios de THX en los cines) despierta nuestros sentidos. La batería, los violines y la voz, medida, cuidada y cálida, hacen de esta canción una de las más maduras del disco. Me recuerda bastante a “42” del último disco de Coldplay. En general este álbum me transmite también esa madurez y serenidad, como cuando las cosas se hacen despacio y con tacto, lo mismo que me transmitió el Viva La Vida de Coldplay.
Es un disco que me ha sorprendido gratamente, y que cuanto más lo escucho y me fijo en los detalles, más me gusta. Creo que gustará bastante a los antiguos fans del grupo, no todos los días una banda sufre una regresión así, de hecho suele pasar al contrario, que cuanto más anuncian la vuelta a tiempos pasados, menos cierto es. Pero independientemente de si el disco se parece o no a los mejores trabajos de la banda, o independientemente de si nos gustaba la banda antes o no, es un disco compuesto y grabado con calma y con mucho talento que merece la pena escuchar. Despacito y con buena letra, podría decirse.
Track list:
“Peeled Apples”
“Jackie Collins Existential Question Time”
“Me and Stephen Hawking”
“This Joke Sport Severed”
“Journal for Plague Lovers”
“She Bathed Herself in a Bath of Bleach”
“Facing Page: Top Left”
“Marlon J.D.”
“Doors Closing Slowly”
“All Is Vanity”
“Pretension/Repulsion”
“Virginia State Epileptic Colony”
“William’s Last Words”/”Bag Lady”
Alba Lucío