Todas las crónicas de un concierto tienen cientos de perspectivas (’To Many Ways’ podría decirse, título de la canción que abrió el concierto). Para ser exactos, el mismo número que asistentes a dicho concierto. Esto que es una obviedad, tomó para mi mucha más relevancia ayer 26 de marzo de 2010, en el concierto que Marlango daba como presentación de su nuevo álbum ‘Life in the Treehouse’, en el Teatro Circo Price de Madrid.
Ponle que era porque fui solo, por la amalgama de distintas ‘tribus urbanas’ (todo lo variadas que el gusto por Marlango permite) que allí se reunieron, o por la disposición circular del Circo Price (que hace que todo lo que se grita desde el foso tenga ‘cierta repercusión’), pero el concierto fue mucho más ‘interactivo’, con lo bueno y lo malo que eso supone, de una banda que uno se imagina viendo sentado. De hecho, aún siendo más caras las entradas, hubo más público en el graderío que en el foso.
Ya lo dijo Jorge Drexler, el último de los artistas invitados (antes salieron el ruidista Campi y el gran Suso Sáiz), al colocarse al borde del escenario: ‘Es un placer enorme estar en el Circo Price, enfrente de las fieras‘. Fieras de todos los tipos, que aprovecharon esos silencios que se producen entre aplauso y siguiente tema para pronunciarse:
Los enamorados/as de Leonor se quedarán con el vestido largo y rojo que lucía la cantante. Con su naturalidad, que no es más que el reflejo de que tras cuatro discos Marlango ha hecho del escenario la casa del árbol donde subir a jugar). Con su voz capaz de ser dulce y apagada hasta adormilar al espectador, como de cambiar a un registro más canalla. Éstos gritaron ‘¡Te quiero!’ y ‘¡Guapa!’ y demás declaraciones espontáneas y primaverales.
Los ‘extramotivados’ que bailaron hasta la nana ‘Lullaby’ como si estuvieran en la carpa tecno del FIB. Quizá los más agradecidos de la parte final del concierto y que pudieron descargar agusto con las verisiones de ‘The Answer’ (con Suso Sáiz), ‘Play Boy Play’ (con Drexler) o con los cuatro temas del bis, especialmente con ‘It´s all right’.
Los que pensaban que iban a ver otra cosa. ‘Todos tenemos derecho a equivocarnos’ pienso cuando voy solo a un concierto del que no estoy muy convencido. Esto se ejemplifica en ‘Rodri’ (tuve la ’suerte’ de tenerte delante, grandullón) un muchacho fuera de lugar que tras un par de salidas de tono previas, y para vergüenza de la sensata muchacha que le acompañaba y que lo sacó de la sala a medio concierto, comenzó a gritar ‘Mucho aplauso fácil/un poco de marcha/esto es un coñazo’. Curioso me resultó la sentencia de ‘aplauso fácil’, yo no tengo el concepto claro a no ser que se refiera a que el público le reía las gracias a la banda, cosa que no fue así. Rodri, dudo mucho que supieses apreciarlo, pero te lo perdiste, una lástima.
También hubo quien vió un concierto que fue de menos a más, con un desarrollo que quizá tuvo su punto medio en ‘Let the Sky Fall’ (canción del nuevo disco) que deja claro que la banda está al más alto nivel internacional (Andrew Bird, M. Ward, Iron & Wine, Joana Newson… ellos los hicieron sonar antes del concierto y a mi me los recordaron durante su actuación)Â y que si no giran por Europa y EEUU es porque no lo necesitan, no quieren o sus obligaciones no se lo permiten. El trío estuvo apoyado por otros tres excelentes músicos, batería, bajo y guitarra, además de pos los invitados que hicieron que las 2 horas aproximadas que duró la actuación se hicieran cortas a público y músicos.
Por sacarle alguna que otra pega, creo que la trompeta estuvo demasiado escondida durante gran parte de la actuación. No estuvo bien aprovechado el brillo que este instrumento le da a las canciones de este y de discos anteriores de Marlango. Jorge Drexler, estuvo flojo frente a Leonor (vaya, que Leo se lo comía cantando). Ah, y Aaron Thomas, sin maldad ninguna, creo que fue un buen telonero si quieres mostrar la diferencia de nivel entre éste y los protagonistas, pero se quedó a años luz y yo que él, intentaría salvaguardar un poco más mi imagen.
Después de este ‘horóscopo del espectador de Marlango’ sólo nos queda sugerirte que eligas tu signo y que busques aquí la fecha que mejor se ajuste a tus preferencias para verles sobre ese escenario con bombillas de colores, al estilo más kitsch de feria de pueblo, pero que ellos vuelven glamuroso.
A falta de fotos del concierto, sí te podemos ofrecer en compensación un vídeo de la versión de ‘No mires a los ojos de la gente’, una canción de Golpes Bajos, que ofrecieron en el concierto: