Maximo Park es uno de esos grupos que, según pasó la ola de nuevos grupos británicos que surgieron como setas allá por el año 2004, se ha querido mantener fiel a su sonido inicial; al contrario de grupos como Bloc Party o Kasabian que evolucionaron hacia sonidos más tecno, los de Paul Smith han ido simplificando su sonido, con la máxima de “si algo funciona, no lo toques”. Y tampoco los que escuchamos sus discos esperamos o pedimos más.
Grabado en Los Ángeles con el productor Nick Launay (encargado de producir grupos como Nick Cave o Talking Heads) su nuevo trabajo, Quicken The Heart suena bien, compacto. Abre el disco “Writhlike”, un buen tema, posible futuro hit de la banda. Según profundizamos en su escucha, nos damos cuenta que, efectivamente, su sonido se ha simplificado, notándose especialmente en temas como “Let’s get Clinical” o “The kids are sick again”. Una cosa que si hemos notado es que el disco baja un tanto en cuanto a calidad compositiva a partir de la mitad, con temas como “Tanned”, en el que la voz intenta virtuosismos al alcance de muy pocos, y que seguramente no suenen en directo por miedo a desafinar.
El mejor tema del disco, “Calm” nos ofrece una versión de Máximo Park que en su segundo trabajo, Our Earthly Pleasures echamos de menos, y es un inicio prometedor, un desarrollo emocionante y un final soberbio.
Si no pretendes descubrir nada nuevo, este es uno de tus discos. Para información sobre giras etc, consulta su Myspace.
Review por Iván Navarro