Hablar del rock en España es hablar de Miguel Ríos (www.myspace.com/tributoamiguelrios). Y es que este granadino que se acerca peligrosamente a la edad de jubilación — este año cumplirá los 65 — es el padre y alma mater del rock hispano. ¡Quién no ha tatareado alguna vez su “Himno A La Alegría” o se ha enamorado bailando “Santa Lucía“! Juez y parte de tantas historias, de tantos encuentros y desencuentros, de tantas ilusiones y promesas, la trayectoria musical del andaluz, al margen de otras incursiones por derroteros musicales tan dispares como el jazz, el swing o el blues, se resume con la palabra “rock n´roll”. Y es que hasta llegar a este “Ríos: The Rock“, 2009, y desde aquel “Mira Hacia Ti“, 1969, en la memoria de todos nosotros han quedado grabados para siempre álbumes legendarios como “Al-Andalus“, 1977, “Los Viejos Rockeros Nunca Mueren“, 1979, “Rock And Ríos“, 1982, “El Rock De Una Noche De Verano“, 1983, o “Directo Al Corazón“, 1991. Discos y canciones que la mayoría de los lectores conocen por haber escrito cientos de capítulos en la historia del rock más que por formar parte de sus vidas, ya que muchos ni siquiera habían nacido cuando ya se escuchaban en la radio. Aunque eso da igual: la música siempre es presente.
Quizás “Ríos: The Rock” no incluye todas las canciones que los seguidores hubiésemos querido volver a escuchar — “Popotitos“, “El Rockanroll Es Un Boomerang” o “Banzai” por citar algunas -, pero las que están recogen el espíritu rockero de Miguel, ese que ya es el de todos nosotros.
Este es el álbum con el que los músicos homenajean al ídolo, al maestro, a la leyenda. Aquí se dan cita grupos y solistas también legendarios como Obús, Medina Azahara o Javier Andreu (La Frontera) que conviven con las nuevas promesas como Sol Lagarto, Paraelissa, Rexina o Alma Letal, entre otros, y que convierten al disco, además de en un homenaje, en una oportunidad única para demostrar su talento al reinventar las canciones de Miguel. Gente muy dispar pero toda necesaria.
El disco abre con el himno “Bienvenidos“, cantado por todos los participantes y que invita más a las adivinanzas — quién es quien canta ésta o aquélla estrofa — que al baile. Muchas voces, algunos arreglos, más ralentizada, pero que no gana en fuerza a la composición original. El homenaje a la ciudad natal de Miguel viene de la mano de la inconfundible e inimitable voz de “Fortu“, cantante de Obús, que impregna “Vuelvo A Granada” de la garra de la que adolecía su predecesora. El disco sigue desgranando la trayectoria musical del de Granada con las canciones “No Voy En Tren“, tema compuesto por el extravagante Charly García y que Sol Lagarto mejoran gracias a su toque personal y “Mientras El Cuerpo Aguante“, interpretada por Dardem y que cuenta con unos acertados arreglos marca de la casa. “Santa Lucia“, balada del argentino Roque Narvaja y reinventada por Paraelissa, transporta la mente a aquellos años en los tan solo bastaba escuchar esta canción para enamorar y enamorarse. Igual ocurre con “El Río” que tan desgarradamente interpreta el líder de La Frontera, Javier Andreu. Acertada la interpretación del tema “El Ruido De Fondo” de Caldo Magno, como igual de acertada es la versión que de “Año 2000” hace el grupo Rexina. Los de Fuenlabrada sorprenden favorablemente derrochando clase y elegancia en la introducción de piano, en los cambios de ritmo y en los coros. La nota exótica del disco la pone la voz dulce y femenina de Carolina Osteso, cantante del grupo Carolina Del Sur, quienes reinventan la canción “Reina De La Noche“, acelerando e inundando de buen rock la balada original. Medina Azahara se encarga de actualizar el mayor éxito de toda la carrera de Miguel Ríos: la adaptación del “Himno A La Alegría“, que en su día arreglara el argentino Waldo de los Ríos y que en esta versión se envuelve de aires y aromas andaluces gracias a la voz de Manuel Martínez. No Se Lo Digas A Mama versiona el tema “Directo Al Corazón“, – me quedo con el original — y Arma Letal mejoran “El Blues Del Autobús“, gracias a unos acertadísimos arreglos con guitarras cortantes y directas que dicen mucho del prometedor futuro musical de este grupo. El blues hace merecido acto de presencia con la canción “Cosas Que Debo A Madrid” homenaje de Miguel Ríos a la ciudad que le dio la oportunidad de ser lo que es. Menos acertada es la interpretación de Red House de una canción que resume toda la carrera musical del granadino — incluye la mención a su detención y posterior encarcelamiento en la desaparecida prisión de Carabanchel por fumar marihuana — y que cualquier otro grupo hubiera mejorado seguro. Cierra el disco el agradecimiento que con el título “Te Debíamos Una Miguel” hace el presentador de radio y televisión Fernando Martínez Teruel más conocido popularmente como Fernandisco.
Además de su reconocida trayectoria musical, a Miguel Ríos le define como persona su espíritu humano y altruista. El granadino destinará el 20 % de los ingresos generados por la venta del disco a ASION (Asociación de Padres de Niños con Cáncer).
Después de escuchar “Ríos: The Rock” cada lágrima, cada sonrisa, cada beso, cada despedida, me recuerdan a ti. ¡Gracias Miguel!
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