Este es el segundo trabajo de esta banda de un pequeño pueblo de Ohio y que nos traen otra nueva entrega de su propuesta de stoner rock sureño directo y sin complicaciones. Nada de experimentación y ni siquiera fugaces intentos de aportar algunas dosis de originalidad, lo que se agradece de vez en cuando en cualquier género. No todo va a ser experimentar, como diría el gran Krahe, y si encima nos encontramos ante un puñado de temas con riffs más o menos contagiosos y estribillos acertados en poco más de media hora pues, oye, seguro que una temporada un disco como este va a sonar en muchas ocasiones.
Todo eso lo encontramos desde el inicio con American Surreal, rock & roll pantanoso con un agradable toque blues en la guitarra y una voz rugosa que cumple bien con su cometido. A partir de aquí casi todos los temas van en la misma línea, lo que puede resultar para algunos demasiado repetitivo y para otros un poco de aire fresco si llevas mucho tiempo con lanzamientos mucho más pretenciosos y ambiciosos en sus planteamientos. Eso sí, entre tanto riff destaca la estupenda Jada Fire, con una magnífica armónica blues que se entrelaza con este stoner-rock a la manera de Clutch y similares, y The Goblin Song, con banjo y un punto zydeco muy festivo.
Quienes hubieran disfrutado hace un par de años con su primer disco homónimo y temazos como Sasquatch Paparazzi o Vampire Blues con este nuevo trabajo encontrarán exactamente lo mismo. Ni más ni menos. Quizá incluso no les den muchas escuchas al disco completo, pero casi seguro algunos temas sí que estarán entre esas listas de varios que muchos se preparan para cualquier viaje veraniego en coche o alguna fiesta casera con los amigos.
Mississippi Bones — Tracks en bandcamp
Texto: Juan Manuel Vilches