A finales de los ochenta, cuando muchas bandas de hard rock copaban las listas de éxito, se hacían un hueco unos jóvenes Babylon A.D., cuyo primer disco homónimo tuvo una considerable repercusión. Sin embargo, son recordados sobre todo por su canción The Kids Gone Wild, incluida en la banda sonora de Robocop II. Como con tantos otros, la llegada de los noventa y con la nueva década nuevos géneros que arrastrarían multitudes, la banda prácticamente desapareció.
Pues bien, ahora su cantante, Derek Davis, después de varias aventuras musicales, ha formado estos desconocidos Moonshine, cuyas influencias no son muy diferentes de las que tenía hace veinticinco años: Aerosmith. Con clásicos como Toys In The Attic o Rocks a la vista es difícil estar a la altura, pero esta gente lo están. Mississippi Delta Blues no tiene nada de blues del Delta, pero si recupera lo mejor de los primeros años de Joe Perry y Steven Tyler. Y la cosa no queda ahí, porque Warm Beer Catfish Stew es una de esas canciones por las que Black Crowes hubiera dado lo que fuera por tener en alguno de sus dos primeros discos. La versión de Creedence Clearwater Revival, Fortunate Son, casi se ve desplazada por la inmensidad de las composiciones que incluye este disco.
Texto: Juan Manuel Vilches