Carlos Gómez Floriano un tipo auténtico, de la calle y también familiar. Enmascarado como Mr. Black este bluesman camina sobre las vías con la funda de su guitarra en una mano y la cabellera al viento, del mismo modo que ondea la bandera confederada en el aire. Acaba de autoeditar su segundo trabajo, “Así sí“, y es que sin duda, el título indica el resultado final. Una colección de canciones muy bien trabajadas, constantes y con mucho rock sureño fundido con el blues y el country. No es americano, pero seguramente si lo fuese, ahora mismo coparía muchas portadas.

Dejó su huella con un primer lanzamiento homónimo que ya rezumaba carretera y polvo gracias a los temas ‘La cruz de metal‘ o ‘Cinco balas en el corazón‘. Con este segundo paso en firme evoluciona hacia el blues, pese a que ya existía esta rama en el recientemente nombrado primer álbum con ‘La ciudad del pecado‘ y ‘Blues para Mariana‘. Tampoco deja de lado el sonido árido y el rock sureño, pues las guitarras disparan auténtico rock and roll de la vieja escuela en toda la extensión del long-play. ¿Qué no? escuchen ‘El viejo tren‘.

Mr. Black viene de tocar en la calle, donde ha visto y conocido gente riendo y sufriendo, en definitiva viviendo. Ahí se forjaron historias encarnadas y también descarnadas que encubran “Así sí” desde que empieza hasta que acaba.

Como buen pecador, Carlos Gómez Floriano ha ido de flor en flor probando otras carnes: La Mula Coja, La Cridens (banda tributo a Creedence Clearwater Revival) y The Postmen Band. De hecho, todavía mantiene contacto con algún que otro conjunto. Pero sin duda la principal ocupación es la de teletransportar al “escuchante” al Mississippi con ‘Tu mánager odia el blues‘.

Sabedor de su buen hacer, Mr. Black arrecia con mandolinas, guitarras acústicas, banjos, dobros y lap steel hasta que el sol se pone en lo alto y el reloj da la campanada del ajusticiamento.

Deseando que este disco surgiera, transcurriera y terminara de una forma mucho más relajada, más estudiada, sin prisas, rodeado de buenos amigos…y, por supuesto, bajo su producción. Mr. Black lo conisgue con “Así si“. Algo casi espiritual, vaya.