En la lista de agradecimientos de “Rompepistas“, la última novela de Kiko Amat, se puede leer “A Nueva Vulcano: nos hemos hecho mayores“. Mi relación con este grupo no va más allá de ser un mero fan y en absoluto es tan estrecha como la que comparten con el escritor, pero no quita para que cuando echo la mirada atrás reconozco tanto a Nueva Vulcano como a los proyectos anteriores de sus integrantes (Aina o Shanti Rd.) poniendo la banda sonora de muchos momentos importantes de mi vida. Así que, aunque ellos no lo sepan, también nos hemos hecho mayores juntos. Y cuando escucho “Los peces de colores” solo puedo pensar que el paso del tiempo les ha sentado bastante bien.
Aunque para ser sincero, en la primera escucha no me gustó el disco. Todo me resultaba demasiado esquemático, parecía que estuviera escuchando simples bocetos, no canciones terminadas. Pero a medida que uno penetra más allá de la superficie la opinión cambia radicalmente.
En este tercer disco el trío ha optado por la sencillez, y así les ha salido su disco más pop hasta la fecha. Parece que han hecho caso a aquello que dijeron los Pixies de que “si una canción es buena, ha dicho lo esencial en noventa segundos; el resto es superfluo“: diez de los trece cortes no llegan a los tres minutos de duración. Las composiciones se han simplificado; suenan concisos, directos, no dejan hueco al aburrimiento. Ellos mismos declaran sus intenciones: “voy a borrar todas esas zetas del sopor que te infunden mis letras“. Además, la voz de Artur suena más clara que nunca, con lo que su poesía (muy inspirada, como de costumbre) les deja aun más desnudos.
Y ahí vuelven a mostrar esas “rodajas de la vida”, pequeños retratos de sensaciones y estados de ánimo, entre los que se adivinan debilidades y fortalezas, riesgos y oportunidades, triunfos y decepciones, actitudes políticas y relaciones personales. Los cortes de este disco funcionarían como pinceladas de un cuadro impresionista, en el que el conjunto es lo que da forma definitiva a lo que vemos. Y entonces es cuando distinguimos la inocencia de esos peces de colores, la única vacuna que todavía nos puede prevenir de la pandemia de cinismo que asuela el mundo en el que vivimos.
Pero tampoco es un disco conceptual en el que no se puedan disfrutar de sus partes más que dentro de ese conjunto. “Te debo un baile“, “El ataque“, “Esa piedra preciosa“, “Jen Trok, logopeda“, “Níquel, Canela“, “La ley de costas“… el disco contiene una buena cantidad de canciones que se encuentran entre lo más emocionante que he escuchado en castellano este año.
Los cuatro años que hemos esperado desde la salida de “Juego entrópico” (2005), su anterior LP, han valido la pena. El grupo sigue en plena forma, y se pone a la cabeza de ese tridente del rock catalán que podrían formar junto a Standstill y Unfinished Sympathy. Y una vez nos demuestran que son capaces de crear música profunda y honesta pero sencilla de disfrutar, y que si no han logrado todavía la atención masiva que sin duda se merecen es porque han decido no plegarse a los caprichos de la industria discográfica. Ojalá podamos verles en directo cuanto antes. Se les echa de menos.
Artista: Nueva Vulcano
Disco: Los peces de colores
Discográfica: Bcore
País: España
Año: 2009
http://www.nuevavulcano.com/
http://www.myspace.com/nuevavulcano
Carlos Caneda