El año pasado comentábamos el primer álbum de esta formación sevillana que se dedica a recuperar el jazz y el swing de los años 30 de forma magistral. Ahora tenemos aquí un nuevo disco en el que refinan aún más su magnífica recreación de una época a través no sólo de la música, sino también de la imagen, el estilismo, las formas y los gestos. El trabajo de estudio y reinterpretación que han vuelto a hacer es desde luego encomiable y los resultados son palpables.

De nuevo vamos a encontrar una buena selección de clásicos de los años dorados del swing, con temas de Cole Porter, como Anything Goes, la inolvidable Minnie The Moocher de Cab Calloway y, por supuesto, algo de las Boswell Sisters, la inspiración fundamental de O Sister! desde sus inicios. Pero una de las claves de su sonido es desde luego haber grabado el disco en directo, lo que les provee de una naturalidad y una frescura casi impropias de estos tiempos. Otro de los alicientes de este trabajo es poder escuchar clásicos como Dream A Little Dream Of Me o Puttin’ On The Ritz al estilo O Sister! o Boswell Sisters, como se prefiera, porque desde luego no es fácil encontrar versiones de estos temas con este enorme trabajo vocal. La presencia orleana, con reminiscencias de Professor Longhair o Duke Ellington, está más presente que nunca en temas como (We’ve Got To) Put That Sun Back In The Sky o Was That The Human Thing To Do? Y es que el sonido de O Sister! parece poco a poco abrirse a otros grandes músicos de los años 20 y 30, como Jelly Roll Morton, Scott Joplin o Django Reindhart.

Está claro que los tres años de carretera, tocando allá donde han sido llamados, les han sentado muy bien, porque todo suena ahora más compacto y cohesionado. Pero, además de la gran calidad técnica de sus músicos, se nota y casi se palpa con los dedos una actitud desenfadada en la que se adivina unas ganas enormes de pasarlo bien haciendo lo que hacen. O Sister! lo pasan bien, se divierten y haciendo esto son felices. Nosotros también.

Texto: Juan Manuel Vilches