Ahora llega el Insomnio De Una Noche De Verano de estos granadinos y, tras depurarse, logran con talento superar a su obra predecesora, además de redondear un disco de pop-rock realmente notable. Eso sí, hay cosas que se mantienen: el tema título materializa en música el mismo ariete que pretendía ser —y lo era— el corte ‘Sueños Por Cumplir‘; de la misma manera, con ‘El Bosque De Cebrián‘ continúan el sentido homenaje que hacían al locutor radiofónico actualmente desaparecido Juan Antonio Cebrián en ‘El Loco Y La Luna‘.
Luego el oyente se sorprende con ‘Éramos Dos‘ y su regusto a los Manic Street Preachers del CD This Is My Truth Tell Me Yours. Esa tonada vuelta a titular como ‘La Cruz‘ —es aquella citada anteriormente ‘Hora De Cambiar‘—, a medio camino entre The Police y la new wave neoyorquina de finales de los 70. ‘Maestros‘ es enternecedora y retrotrae a la infancia, mientras que ‘Nada En Esta Calle‘ enamoraría a las fórmulas radiofónicas por su gancho cercano en lo instrumental, aunque su mensaje sea crudo —«que has parado los segundos, tú que dabas cuerda al mundo»—.
«Hoy lucharemos con la fuerza y el honor», canta el vocal de Oberón, Kike López, en ‘El Bosque De Cebrián‘… Y en verdad lo han hecho. La paleta es más amplia y los colores más vivos, convirtiendo las once canciones del trabajo en una única píldora que no hace falta masticar en trozos y que se puede digerir cual un todo satisfactorio. Han acertado justo en el centro de la diana.
Sergio Guillén