Los últimos diez años no han venido sobrados para estos ingleses de grandes recibimientos a sus nuevos trabajos. Coup De Grace fue el último disco que tuvo una acogida decente y desde entonces, a pesar de incluir siempre algunos buenos temas, lo cierto es que no han conseguido grabar ningún trabajo tan completo como lo fueron Frequencies From Planet Ten o The Big Black. Ahora, con este Eulogy For The Damned, probablemente consigan reconciliarse con crítica y público, o al menos con una parte.

Todo el álbum es una sucesión de potentes riffs y pegadizos estribillos y, aunque poco queda ya de sus inicios psicodélicos, este sonido hard rock acelerado a caballo entre Motörhead y Black Sabbath les sienta bastante bien. La presencia y el trabajo de Martyn Millard al bajo y el buen hacer vocal de Ben Ward son desde luego los puntos fuertes de la banda hoy en día, pero no hay muchos temas que destaquen realmente. Red Tide Rising y Stand For Something dan comienzo al álbum aburriendo bastante al personal. Acid Trial sube un poco el listón, pero volvemos a caer pronto en un soporífero estado que tan sólo empieza a remitir durante los últimos minutos del disco. Si bien es cierto que durante todo el trabajo se hayan repartido buenos y fugaces momentos, ningún tema consigue hacerse con la mayoría de ellos.

Orange Goblin fue una banda interesante en sus inicios, aunque escuchando sus más recientes lanzamientos muchos no lo creerían. No aportaban nada especial, pero lo que hacían lo hacían bien y prueba de ello son temazos como Saruman’s Wish, Land Of Secret Dreams o You’ll Never Get to the Moon in That. Todo eso parece haber pasado a la historia y la banda, aunque con un directo digno de ver, apenas da la talla en estudio. Y el nivel en todo lo que huela a stoner está muy alto en los últimos años con gente como Barn Burner, Church Of Misery, Blood Of The Sun, Dozer, Jex Thoth…

Texto: Juan Manuel Vilches