Después de una de sus muchas retiradas Ozzy publicó en 1995 el álbum que lo metía de lleno en un nuevo sonido, en parte gracias al barbudo Zakk Wylde. Un trabajo en el que Lemmy vuelve a participar en la composición de algún tema -al igual que hizo en No More Tears– e incluso aparece Geezer Butler. En este video, que combina color y B&N, se suceden referencias de todo tipo y, aunque permanece la imaginería que le ha acompañado desde sus inicios, es de una fuerza visual enorme.
Texto: Juan Manuel Vilches