La inusitada capacidad del señor McCartney para editar un gran número de discos ha provocado que desde un buen puñado de años la calidad de sus trabajos haya sido altamente irregular. Si exceptuamos Chaos and Creation in the Backyard, Memory Almost Full o su trabajo con The Fireman los últimos diez años han sido prolíficos sí, pero muy desiguales. Ahora, después de aquel flojo Kisses On The Bottom vuelve con un enfoque más actual gracias a cuatro productores: Mark Ronson, Paul Epworth, Ethan Johns y el hijo de George Martin, Giles Martin.
A estas alturas es imposible que en New no encontremos la genial capacidad de McCartney de componer magníficas melodías y temas como Road, Early Days o Queenie Eye son una buena muestra. Pero una parte del álbum queda empañado por un tratamiento de las canciones quizá demasiado forzado, porque muchas suenan como un refrito de algunas de las bandas de pop más conocidas de los últimos años. Parece como si McCartney hubiera recibido un montón de malos consejos acerca de cómo enfocar sus canciones, como si él mismo los hubiera creído y se hubiera visto a sí mismo con cincuenta años menos. Y ahí radica el punto negro de New, en esa indefinición consecuencia de una búsqueda quizá infructuosa de la modernidad.
Paul McCartney es probablemente el mayor artesano de la música reciente y no necesita mucho para parir canciones atemporales. No necesita demostrar nada, por lo que cualquier intento de adaptación parece salirle regular. Y aún así el disco consigue mantenerte unos cuantos días enganchado…
Texto: Juan Manuel Vilches
Paul McCartney — New (2013)1 thought on “”
Creo que Paul McCartney es un gran músico y es un placer para los fans de su música y de The Beatles que este músico siga dando su talento mediante todas esta canciones y discos que han llegado a posicionarse con el mayor reconocimiento del mundo entero, muchas de sus contribuciones y colaboraciones han sido remasterizadas y eso enriquece mas su música.
Sin duda estoy ansiosa por escucharlo.