‘Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar…‘, que escribió Machado y adaptó musicalmente Joan Manuel Serrat; y aunque en ocasiones se justifiquen los sucesos con la propia lógica del desarollo, uno no puede evitar sentirse dolido por el devenir de las cosas. Adiós para siempre a uno de los festivales más sinceros y carismáticos que han existido tanto en Catalunya como en España.
En la memoria popular quedará el recuerdo de un pueblo tan acogedor como involucrado históricamente en las diferentes ediciones, unos escenarios repletos de un encanto natural y un entorno que parece surgido del más primaveral de los imaginarios. La música tuvo esencia, presencia e identidad propia allá donde La Selva se convierte en comarca.
Pero antes de que la música dejase de sonar definitivamente en la población catalana, la última edición del popArb celebró su edición número once. El evento comenzó el viernes 26 con una afluencia de público ligeramente menor a la de sus más inmediatas antecesoras ediciones (uno de los motivos principales del fin de este festival); un hecho, sin embargo, que permitió recuperar la esencia intimista y más sosegada de sus inicios.
En el cartel de este año se combinaron artistas consagrados con propuestas arriesgadas y otros músicos emergentes. Eef Barzelay y Senior i el Cor Brutal se convirtieron en una de las más destacadas actuaciones, convenciendo desde el estilismo (más allá de lo musical) a un público que disfrutó de su mezcla de country, rock, folk, americana… estilos siempre rodeados de la esencia y presencia de la música tradicional valenciana.
Y eso que cuando Coriolis abrieron el festival durante la primera jornada, el desánimo parecía ser el sentimiento predominante a pie de escenario. Incluso la actuación de Enric Montefusco hacía pensar en un velatorio: el líder de Standstill (que, paradójicamente, este año también se despide como banda) escenificó Micro-cénit, un formato íntimo que revisa parte del cancionero del grupo acompañado de cuatro voces. ‘Que este aplauso sea para el PopArb‘, dijo Enric después de hacer una versión de “Bird on the wire“, de Leonard Cohen, arrancancando un aplauso más sentido que eufórico.
Sin embargo, los auténticos triunfadores del viernes fueron Pau Vallvé, Joan Miquel Oliver y Sanjays. Joan Miquel Oliver conquistó al público desde el primer minuto, consiguiendo que sus canciones más aplaudidas fueran sus éxitos más clásicos. Pau Vallvé también se sintió cómodo en el rol de más deseado, hecho que aprovechó para agradecer el cariño recibido a un público entregado mediante una mágica versión del “All is full of love” de Björk, con la única ayuda de un loop. Por su parte, Sanjays volvió a demostrar lo imposible que resulta acercarse a unos metros del escenario y retener las ganas de saltar y bailar cuando la banda está sobre él.
La voluntaria responsabilidad de romper con el aire solemne del evento recayó en Manos de Topo y los comentarios que Miguel Ángel Blanca intercalaba entre tema y tema, y que iban de la comedia a la tragedia. Palabras mayores fueron las que surgieron del recital poético de Martí Sales, Núria Martínez-Vernis, Roger Pelà ez y David Caño; su combate de palabras cargadas de intención entusiasmaron a un público que disfrutó sin tapujos del espíritu punk de estos expertos en derrotas, y de su repaso lírico a la perversión de la democracia, el poder y la (in)nobleza catalana.
Existieron momentos muy especiales durante la noche del sábado. El cocktail musical no podía tener unos ingredientes más apropiados para hacer de la velada una fiesta rítmica: Da Souza, Xarim Aresté, The Excitements… y hasta con un The New Raemon profundizando en las emociones más viscerales para arrancar el más emotivo de los homenajes.
Un más que digno adiós que muchos desearíamos que no fuese más que un hasta pronto… aunque, personalmente, considero que Arbúcies ha mamado demasiada música durante demasiado tiempo como para que acepte una ausencia de decibelios durante mucho tiempo. En términos oficiales, desde la organización se han mostrado muy contentos con la venta de entradas a raíz de la difusión de la noticia del cese del festival. “Sé que hay gente muy triste, pero nosotros estamos contentos. Miramos nuestra trayectoria y vemos que ¡es fantástica!“, afirmó la directora del festival, Anna Cerdà . Yo no podría estar más de acuerdo.
Raül Ruiz / @raulrga