La trayectoria de
Monster Magnet ha sido una lucha permanente por encontrar un lugar entre los grandes grupos del hard rock más potente.
Dave Wyndorf ha ido fabricando un estilo propio que se nutre de sonidos del pasado, reciclándolos hacia parámetros actuales vinculados con el stoner, sin olvidar sus incursiones psicodélicas.
Spine of God (1991), fue una brillante carta de presentación en sociedad,
Monster Magnet dejaban de ser unos desconocidos para entrar en el vertiginoso circuito del rock.
Superjudge (93) y
Dopes To Infinity (95) significaron el mantenimiento de un proyecto de calidad pero, con la aparición de
Powertrip (98) llegó el reconocimiento mundial, las ventas masivas y largas giras.
Powertrip fue el paso definitivo con unos parámetros ya completamente definidos consistentes en un sonido de guitarras genuino, unos sugestivos solos y un original tono de voz. Cualidades adecuadas para alcanzar altas cotas de aceptación entre los seguidores de las propuestas serias, bien ejecutadas y con actitud. En definitiva el particular
“space rock” de
MonsterMagnet tal como le gusta definir a
Dave Wyndorf.