El álbum es, posiblemente, el más potente que han facturado desde sus inicios en 1998, sin embargo, no han perdido sus melódicas señas de identidad. Se trata de una grabación que evita recurrir en exceso de las rentas del pasado aún manteniendo intacta su personalidad. Es evidente que los conceptos ligados al heavy metal que siempre han tenido las composiciones de Primal Fear, permanecen reforzados con total garantía, aunque se divisan ciertas concesiones de referencias progresivas, posiblemente, debido a la vinculación definitiva del guitarrista Magnus Karlsson, ya que en su anterior trabajo solo pudo intervenir como colaborador.
Es un disco que mezcla con objetividad aparatosas armonías junto a una arrebatadora fuerza motriz de fibrosa dinámica, en algunos casos, envuelto en cierta oscuridad como la que transmite la pegadiza “Six Times Dead”.
Y, si entramos de lleno en el aspecto técnico, el disco suena con una nitidez de fantasía que permite apreciar en toda su dimensión la robustez de los riffs guitarreros así como los afilados e intrincados solos, con parte de responsabilidad a cargo de Henny Wolter, sin olvidar la contundente y poderosa pegada de la batería de Randy Black, características fácilmente reconocibles en cortes como, “Riding The Eagle”, “Under The Radar”, “Night After Nigth” o “The Exorcist”, unos más clásicos, otros más modernos, pero todos de una eficacia demoledora.
Por su parte, Ralf demuestra estar en plena forma, especialmente en sus registros más agresivos, expuestos con una resolutiva vitalidad energética, sin desmerecer sus concesiones a los medios tiempos como “No Smoke Without Fire” y a las baladas como “Hands Of Time”. Auque lo que prevalece son los momentos cargados de intensidad.
Asimismo, el trabajo subterráneo de Mat Sinner, tremendamente eficaz en su labor de producción, tiene su compensación en “5.0 Torn”, con la presencia del bajo, previa intro de guitarra y otra demostración de la firme contundencia de Randy. Es un tema en una onda distinta que encaja con otros más elaborados como “Black Rain” y sus perfiles orientales, cuyos desarrollos vislumbran nuevos horizontes a explotar, como también sucede con los overdubs incluidos en “Soar”.
Obviamente, las influencias de Judas Priest se filtran de forma constante dejando pruebas evidentes de las raíces de procedencia del sonido de Primal Fear, ahí están, “Killbound” y “Smith And Wesson”, entre otros cortes, para demostrarlo.
Una brillante continuidad desplegada con planteamientos vigentes expuestos con oficio.
GRUPO: Primal Fear
TITULO: 16.6 — Before The Devil Knows You’re Dead.
DISCOGRAFICA: Frontiers
AÑO: 2009
PAIS: Alemania
CALIFICACION: 9
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ
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