Tres años después, los alemanes lanzan su segundo álbum, Homeland, del que también forma parte importante en el aspecto compositivo Andy Kuntz (Vanden Plas), amigo personal de Markus y con quien se ha encargado de las labores de producción
Como es de esperar, con la experiencia de Markus en la parte técnica, el sonido que consigue Red Circuit en esta grabación es apabullante. Ante todo, destaca el protagonismo de los ritmos de la guitarra y el apoyo de los teclados. Entre uno y otro instrumento extraen exuberantes resonancias que encajan perfectamente en los parámetros del metal progresivo, aunque no es una banda de entramados complejos. Sus perfiles buscan más los esquemas directos, el acoso y derribo a base de potentes y recurrentes riffs emparentados con el power, no exentos de atractivas melodías, además de ciertos residuos vinculados al hard rock.
El comienzo, con “Homeland”, es de una plasticidad explosiva, con un riff que engancha de inmediato y unos teclados que inundan la atmósfera de brotes de dinamismo. En realidad, la guitarra realiza una actividad frenética durante todo el disco, tal como se puede descubrir en “The World Forgotten Sons”, “Through The Eyes Of A Child” o “See The Light”, apostando más por el turbo-rock voluminoso que por los desarrollos solistas cuyas esporádicas apariciones juegan un importante cometido estratégico, mostrándose especialmente eficaz en el corte “Healing Waters”.
Homeland es, un trabajo definido por su intensa fluidez y su fibrosa textura. Quizá ajustado a unos parámetros excesivamente esquematizados pero con una trepidante y contagiosa mecánica. Un grupo que todavía tiene mucho por decir, potencial les sobra.
CALIFICACION: 8,0
GRUPO: Red Circuit
TITULO: Homeland
DISCOGRAFICA: Limb Music
AÑO: 2009
PAIS: Alemania
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ