La influencia que tuvo Black Sabbath en EE.UU. durante la década de los 70 fue importante y no sólo si hablamos en términos de la historia del rock en general, sino también porque plantaron el germen de lo que años más tarde sería una auténtica escena doom en el país surgida con bandas como Pentagram, Trouble, The Obssessed y los que hoy nos ocupan: Saint Vitus. Con todos ellos quedaban unidas la oscuridad y los riffs pesados de Black Sabbath con la violencia y el afilado sonido de Black Flag.
St. Vitus se formaron en 1979 con otro nombre, Tyrant, aunque al poco lo cambiaron para quedarse con el definitivo, tomado de la canción de Black Sabbath St. Vitus Dance. La otra gran influencia de la banda tendría también su presencia a través de la edición de los primeros discos y EP’s en el sello SST de Greg Ginn, guitarrista de Black Flag. En 1984 St. Vitus publica su primer trabajo, homónimo, en que se incluían temas como Burial At The Sea o St. Vitus. En 1985 aparecen Hallow’s Victim y un EP titulado The Walking Dead. Podría ser que la fiebre del thrash de aquellos años hubiera mella en la banda o no, pero lo cierto es que ambos abren con un temas bastante más rápidos de lo que se podría esperar después de un primer disco como St. Vitus: War Is Our Destiny, White Stallions y Darkness, que tiene un riff que casi podría haber estado incluido en algunos discos de thrash de mediados de los 80.
Un año más tarde la banda reaparece con Born Too Late y con Scott “Wino” Weinrich como vocalista. Arropados por una mejor producción St. Vitus despliega aquí todas las particularidades por las que son conocidos: temas muy lentos, riffs pegajosos y densos y una voz tan dura como emocionante. La mejora en las letras es sustancial, porque de los temas predominantes sobre magia negra y zombies de antes, quizá demasiado manidos, pasan a letras más introspectivas y políticas, como podemos escuchar en Dying Inside y The War Starter. En 1987 se publicaba un EP titulado Thirsty And Miserable, que incluía una versión del tema de Black Flag del mismo nombre y dos nuevos. Al año siguiente editan Mournful Cries, de apenas media hora, en el que consiguen un sonido bastante mejor que en Born Too Late. Los dos únicos temas compuestos por Wino, Looking Glass y Bitter Truth, ya nos adelantan algo de lo que vamos a encontrar en su siguiente álbum.
En 1989 V, el último trabajo con Wino a las voces, trajo pequeños detalles que parecían aportar cierta evolución en la inamovible dirección musical de St. Vitus. Manteniendo todas sus características esenciales, la banda adopta un sonido menos crudo y más setentero que engarza perfectamente con lo que un año más tarde haría Wino con The Obssessed. A V le siguió un directo, después del cual el vocalista dejó la banda para reformar The Obssessed, con los cuales no daría un par de discos absolutamente imprescindibles: un primero homónimo y Lunar Womb.
En 1992, después de la marcha de Wino, Chandler, Adams y Acosta deciden seguir adelante con un nuevo vocalista: Christian Linderson, de Count Raven, y editan C.O.D. (Children Of Doom). No sin motivos, el álbum está considerado como la oveja negra en la discografía de la banda y es que no es fácil encontrar momentos interesantes en esa hora de duración. En vista de los resultados, vuelve el primer cantante, Scott Reagers, y con él graban Die Healing en 1994, un más que digno trabajo. Aquel disco mostraba a una formación mucho más inspirada que unos años antes y, aunque es Reagers quien está realmente impecable, Chandler aporta grandes riffs como el de One Mind o Trail Of Pestilence y Adams está enorme en Let The End Begin.
Aunque en 1996 se produce la separación que parecía definitiva, en 2003 hubo una breve reunión con la formación clásica del Born Too Late y ya en 2009 se produce el encuentro que dura hasta hoy, aunque con la ausencia de Acosta, que murió en noviembre de 2010. Como sustituto la banda eligió a Enrique Vásquez, de Blood Of The Sun, un tipo eficaz pero que como en otras ocasiones tiene divididos a los aficionados entre quienes echan de menos a Acosta y quienes opinan que el trabajo de Vásquez está a la altura. Ahora, en este 2012, tendremos oportunidad de comprobar el estado actual de la banda con el nuevo disco que han editado, Lillie F-65, y que por supuesto analizaremos aquí.
Saint Vitus en Spotify
Texto: Juan Manuel Vilches
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