Lo primero que hay que aclarar es que este nuevo lance de Glover no es para nada una obra con filias por las estridencias o la dureza en sonidos. Ni hablar. Estamos ante dieciséis canciones fáciles de escuchar, que entran sin esfuerzo, aunque no todas transitan por las mismas calidades. Están las piezas de relleno y el material consistente.
Beberemos por tanto desde reggae pop (“Don’t Look Now (Everything Has Changed)“) hasta rasgueos folk (“When Life Goes To The Bone“). Probablemente el “The Dream I Had” en el que participan los Nazareth Dan McCafferty y Pete Agnew sea uno de los cortes más curiosos, ante todo por las tesituras de Dan en una canción que no habría desagradado a Bo Diddley. “Box Of Tricks” está entre el Mike Oldfield de “Shadow On The Wall” y el Steve Hackett de “Wolfwork“, tan mecánica en su rítmica como las citadas. Hasta hay rincones para la fiesta skatalítica (“The Car Won’t Start“), no digo más.
Algunos de los más bellos momentos se encuentran en las composiciones donde Gillian Glover, la hija de Roger, agarra el micrófono y demuestra su talento cual vocalista —escúchese, por ejemplo, la irresistible “Moonlight“—. Hasta pareciese que el bajista juega a emular a Leonard Cohen en “When The Day Is Done“, donde canta Walther Galley. La nueva piel del hombre que puso en pie en 1974 la versión musical del cuento The Butterfly Ball And The Grasshopper’s Feast.