Me pregunto cómo se sentiría Rulo al imaginar su camino en solitario una vez que abandonó La Fuga. Me pregunto si tenía miedo de que nadie le hiciera caso, de no ser bien acogido, e imagino que, al menos, tuvo que tener ciertas dudas.
Dudas que ahora han debido quedar más que disipadas después de comprobar la cálida acogida que ha recibido durante la semana pasada en varias ciudades españolas durante la presentación de su primer trabajo como Rulo y la contrabanda.
Nosotros pudimos comprobarlo el pasado jueves en Madrid, donde había prevista una firma de discos por parte del músico y un concierto acústico posterior. La firma, en la tienda Tipo de la calle Montera, fue una locura, tanto que se alargó una hora y media más de lo previsto. Cientos y cientos de jóvenes, la mayoría post adolescentes, hicieron cola durante más de tres horas para que su ídolo les firmara Señales de humo, el libro álbum que acaba de editar y del que se agotaron todos los ejemplares en esa tarde. Rulo, él solo en una mesa, estuvo hasta las diez de la noche firma que firma, besa que te besa, posa que te posa ante las cámaras de sus seguidores.
Posteriormente tuvo lugar el concierto acústico, al que sólo era posible acceder mediante la doble entrada que se regalaba con la compra del disco. A eso de las diez de la noche, la sala Boite estaba a reventar. Se completó el aforo y muchos fans se quedaron fuera, sin poder ver una reunión muy especial por su calidez, su familiaridad y buen rollo. Rulo y Fito (también ex La Fuga) desgranaron con un par de guitarras como único acompañamiento los temas de este nuevo trabajo, como ‘Mi cenicienta‘, ‘Heridas del rock and roll‘, ‘Cuántas veces lo hice yo‘, dedicado a su hija, o ‘Cabecita loca‘. En todo momento se mostraron muy bromistas, agradecidos y cariñosos con el público, con mucha compenetración entre ellos, sonrientes y relajados.
No sólo cayeron temas de esta nueva era sino que también guardaron tiempo para algunos éxitos de La Fuga como ‘P’aquí y p’allá‘ o ‘Luna de miel‘, donde algunos creímos apreciar una gota de rencor hacia sus antiguos compañeros de su banda anterior. Especialmente cuando, en un inciso del concierto, dejó caer que Fito y él son amigos de verdad “a pesar de que haya quienes intentaran romper esa amistad”.
No obstante, el buen rollo y las risas fueron la tónica general del show, que contó también con la presencia de su nuevo guitarra, Mario, y una amiga de la banda, a la hora de interpretar el tema ‘Madrid‘. La complicidad y el cariño entre ellos fue patente en todo momento y así la banda nos dejó con un muy buen sabor de boca y muchas ganas de más. Rulo y su contrabanda están con la maquinaria a tope, por lo que auguro unos futuros conciertos muy interesantes.
Texto y fotos: Lola Hierro
Rulo y la Contrabanda (acústico) — Sala Boite (Madrid) — 30/09/20102 thoughts on “”