Consecuentemente, parto de cero para describir el contenido de este nuevo álbum de la banda madrileña ya que me es imposible compararlo con sus anteriores obras. Sí tenía la falsa impresión de que la música de Santelmo se encuadraba dentro de los parámetros del heavy melódico de perfiles accesibles y poco arriesgados a los que han llegado muchos grupos estatales de larga trayectoria, acomodados en un conformismo que ha estancado su evolución en unos momentos en los que una nueva generación ofrece otras alternativas y puja con fuerza para hacerse un hueco en el poblado panorama del rock nacional.
Con Mamífero, Santelmo está demostrando que su visión musical es, creativamente, muy amplia, y que, si bien el disco lleva impregnados ciertos conceptos básicos de connotaciones melódicas, sus perfiles incursionan en estructuras que tienen la capacidad de captar la atención del oyente tanto por la calidad técnica que atesora como por la química que transmiten sus composiciones.
Si nos fundamentamos en el concepto de la pirámide, en la cima debemos colocar a Jero Ramiro, un guitarrista que nada tiene que demostrar dentro de una trayectoria que se remonta hasta la década de los setenta y que en Mamífero sigue extrayendo imaginativas ideas tanto en lo que respecta a riffs seductores como a sus brillantes ejercicios solistas, plasmados desde el inicio con las trepidantes “El Retorno De Judas” y “Juego De Reyes”.
En una segunda línea estaría Nacho Ruiz, no por superar a sus compañeros en cuestiones artísticas, sino por contar con las cualidades necesarias como para encajar su registro vocal a la perfección dentro del entramado instrumental sin que se detecten tonos forzados, ni siquiera en “Destino, El Universo”, donde su voz se erige como protagonista con apoyo instrumental de fondo acústico y eléctrico, algo que no siempre se consigue cuando se opta por cantar en castellano.
En la base de la pirámide situaríamos a los demás componentes del grupo, sin cuyo apoyo no se sostendría el resto de elementos con los que se ha construido un álbum sólido y sin fisuras, capaz de transmitir una inapelable sensación de madurez.
Luisma Hernández, al bajo, además de formar una sección rítmica dotada de una sobriedad impecable junto al batería Jaime Olivares, cuenta con sus momentos de protagonismo, quizá el más evidente sea su decisiva presencia en el tema que da título al disco y que se constituye en una de las piezas más atractivas, tanto por los cambios de ritmo que contiene como por su sugerente dinámica, sin olvidar el solo de guitarra de Jero.
Asimismo, el teclista José Paz termina de dar las justas pinceladas para que las composiciones resplandezcan lo indispensable sin recargar los esquemas en exceso, en lo que podemos considerar como una labor de “acabado” indispensable, además de contar con un especial momento de protagonismo en la parte final de “Serpientes Y Mentiras”, con la introducción de sugestivos sonidos Hammond; una pieza en la que Luisma añade el toque exótico con una breve aportación funky.
En definitiva, Mamífero es un álbum de consistente arquitectura, donde cada pieza se acopla con su propia personalidad para conformar un trabajo versátil alejado de los habituales convencionalismos del estilo pero sin perder su identidad ligada el heavy metal vinculado a los rasgos del power y que termina igual de vibrante que en su comienzo con al enérgica y rítmica “Indignado”.
CALIFICACION: 8,75/10
GRUPO: Santelmo
TITULO: Mamífero
DISCOGRAFICA: CD Music
AÑO: 2014
PAIS: España
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ