Hoy vamos a hablar del último de una banda que para nosotros es bastante reciente. El disco es Everest, y la banda es Shakra. Precisamente ayer mismo uno de nuestros colaboradores tuvo oportunidad de entrevistar a uno de los guitarristas de la formación suiza, dándonos algunos detalles interesantes, como el álbum recopilatorio que la banda piensa sacar hacia fin de año.
Encontramos un álbum formado por 12 temas, abierto magistralmente por Ashes to ashes. Éste es un tema bastante lógico para abrir un disco, y también un concierto. Es muy animado y suena bastante hímnico, solemne; como muchos temas de power metal. Aunque sin olvidar que de lo que estamos hablando aquí es de heavy rock.
Acto seguido, tras terminar la canción, entramos en Love & Pain, un tema cuyo estilo no tiene nada que ver al anterior. Tiene un estilo vagamente parecido al que llevaron varias bandas en los 90 y representado en España por Sôber, sonando a rock alternativo, aunque mezclándose con el estilo característico de la banda.
Tercera pista del cedé (por nombre Let me lie my life to you), cambio radical de estilo (de nuevo), bastante más potente que el tema anterior, aunque sin ser demasiado reseñable. Entramos en la mediocridad.
Cuarto tema. Preludio de la poderosa balada Why, por nombre The Illusion of Reality. Es un tema cuyo inicio me hace pensar irremediablemente en El tiempo curará, del disco en solitario de Leo, aunque el de Shakra es bastante más animado.
La balada oficial del disco. La poderosa balada, como digo, de nombre Why, donde la voz rota de Mark Fox contrasta enormemente con el carácter romántico del tema. Es bastante impactante y lo tiene todo para aparecer en las emisoras especializadas en el tema (y no sólo especializadas).
Y, como era evidente, tras el tema más tranquilo del disco, tenía que venir uno bastante más movido, más animado. Era lo esperado, aunque al principio de The Journey no lo pareciera. Y ciertamente algunas partes de la canción llevan un ritmo cuaternario machacón y unos beats bastante tranquilos, aunque luego ‘da el golpe’. Con razón éste es el tema más largo del disco, con el que más se han permitido experimentar, divagar. No obstante se repiten bastante, y a partir del minuto 5 estás deseando cambiar de canción.
Canción 7, tiene por nombre Regressive Evolution. Quizá no tenga mejor título, dado que da la vuelta completamente a lo que venía siendo el disco. En lo personal no me ha gustado, siendo muy repetitiva, machacona, aunque por lo menos no dura casi 8 minutos. Y ésta, junto con la canción siguiente (de nombre Anybody Out There), puede considerarse como la peor canción del disco. A mi modo de ver no es otra cosa que una canción marchosilla, pero que lo tiene todo para aparecer en radiofórmulas. Tiene círculos armónicos que he oído millones de veces en boy bands y más música (si es que puede llamarse así) de esa clase. Por suerte esa tónica no se mantiene durante las cuatro siguientes canciones.
Por ejemplo, en la canción 9 (Right between the eyes) se me vienen a la cabeza algunos temas de AC/DC, aunque manteniendo las distancias. Un tema bastante pegadizo, de ritmo lento, de esos que si los tocan en un concierto no se te ocurre otra cosa que ponerte a saltar.
Tónica que se mantiene hasta la siguiente canción, Dirty Money, en la que aun acelerando el ritmo un poco siguen viniéndoseme a la cabeza los viejos AC/DC. Y tónica que se sigue manteniendo durante el tema siguiente, Insanity, aunque se acelera el ritmo. Éste es el clásico tema de un disco que dices “pero si llevo media hora escuchando bazofia, y éste tema es perfecto”. Porque ciertamente la calidad de éste tema supera y con mucho a todas las canciones del disco.
¿Puedo considerar a la última canción, Hopeless, como una pista oculta, o un huevo de pascua? No lo sé. Realmente es un tema que para nada encaja con el resto del disco. En lo personal no encuentro peor manera de cerrar el disco (aunque en otra posición habría encajado bastante bien, porque el tema tiene su aquel). Aunque bueno, para gustos están los colores (y yo me quedo con los oscuros).
En conclusión, si Shakra podríamos considerarlo como un mainstream de segunda línea en el estilo de heavy rock (y, viendo los patrocinadores que tienen detrás, con Sony Music a la cabeza, aun habiendo publicado el disco por AFM), podríamos considerar éste como un disco ‘de relleno’ en su carrera. Se nota una clara evolución estilística, sobre todo en relación a su anterior álbum, si bien no acaban de hacer un disco redondo. Es irregular, y si bien tiene algunos temas con los que piensas que son geniales, es algo aislado. En mi opinión únicamente Ashes to ashes, Why, Right Between the Eyes, Hopeless e Insanity merecen realmente la pena, y si queréis mi opinión personal podéis pasar perfectamente del resto del disco.
Le asigno un 70/100.
Manu Mateos
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