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Impactante vídeo para los amantes de las escenas de persecuciones. Colisiones, forcejeos, coches volando, circulación al límite y toda una descarga de adrenalina y, por qué no decirlo, de fanfarronería. Sin duda merece estar aquí porque está muy bien hecho.
Como curiosidad, el vehículo que magistralmente pilota Chris Cornell es una réplica del Dodge Challenger 1970 de la película Vanishing Point. El clip está basado en dicho largometraje.