CIUDAD: Hospitalet (Barcelona)
LUGAR: Salamandra (1)
GRUPO: Sirenia
DURACION: 90 minutos
INVITADO: Niobeth (45 m.)
El aumento de bandas de rock que se dedican al metal gótico/sinfónico con vocalista femenina al frente nos permitió disfrutar de una doble representación en la sala Salamandra de la localidad barcelonesa de Hospitalet, con las actuaciones de Sirenia y los albaceteños Niobeth, grupo invitado en la gira de los noruegos por tierras españolas.
Niobeth, con su debut discográfico, The Shining Armony Of Universe, argumentaron tener ideas y creatividad pero, había que ver cómo plasmaban en directo unas composiciones repletas de influencias de música clásica y su inherente sofisticación.
El balance final fue ampliamente satisfactorio, a pesar de que se les notó algo tensos sobre el escenario. No obstante, supieron sobreponerse a los nervios propios de una banda novel, poco curtida en las tablas, con la exhuberancia de sus imaginativas canciones, el sentimiento lírico de la voz de Itea Benedicto junto a una bizarra presencia instrumental donde no falto de nada, gaita y violín incluidos, por gentileza de Santi, responsable también de los teclados.
Por atreverse, no perdieron la oportunidad de exhibir uno de sus temas estrella, nada menos que su versión de “La Flauta Mágica” de Mozart, donde Itea mostró en directo sus aptitudes de soprano plasmadas en estudio.
Empezaron muy enérgicos, intercalando luego momentos más pausados, tal como lo requieren algunos de sus temas. Además de la mencionada versión de Mozart, interpretaron parte del contenido de su ópera prima, es decir, “Tell Me Lord”, “Secrets”, “Requiem For Imogen”, “The Awakening” e, incluso, la versión en japonés de “Frightening Shiver” cuya traducción queda en “Kowasami Furuete”, con una letra que habla de las víctimas de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Para interpretar esta canción Itea cambió de vestuario (lo hizo en más de una ocasión), poniéndose sobre su short de cuero un vestido largo y ceñido con cortes a los lados. Tuvo su momento emotivo cuando sostuvo un cirio entre sus manos como ofrenda. Sin duda un tema que enganchará a sus seguidores en Japón, país donde también ha sido editado su disco.
La excelente “The Whisper Of Rain” puso punto final a una actuación en la que cada componente de Niobeth expuso sus cualidades. A las ya mencionadas de Itea, principal foco de atención durante gran parte del concierto, se sumaron, la resolutiva eficacia de Jesús a la guitarra, instrumento también primordial en el contexto general de las composiciones; la versatilidad de Santi, todo un hombre orquesta, y la consistencia de Alberto a la batería, sin olvidar la labor de apoyo del bajista con el que contaron para esta actuación.
La sensación que quedó fue la de un grupo con futuro que no se arruga ante la aventura de representar canciones de complicada estructura que, además, suenen reconocibles en directo. Eso ya es un gran mérito.
SIRENIA
Los noruegos Sirenia se presentaron más distendidos, con mayor oficio y con su última incorporación femenina para hacerse cargo de las voces Ailyn, quien sustituyo en 2008 a Monika Pedersen y que en realidad se llama Pilar Jiménez, nacida en Cataluña, o sea, de origen español. Lo raro es que durante todo el concierto solo se limitase a decir dos palabras en su idioma materno, “gracias Barcelona”. Supongo que será debido a las directrices de Morten Veland, como líder del grupo, de encargarse del contacto con el público y de ir presentando las canciones y alguna que otra parrafada en inglés.
Al tratarse de composiciones que incluyen coros, orquestaciones y otros efectos sonoros saltaron al escenario con pistas pregrabadas para no perder la recreación de los discos. Incluso, las partes de bajo estaban enlatadas ya que no cuentan con un bajista fijo. Al lado de Morten y Ailyn, Michael S. Krumins se hizo cargo de la otra guitarra, de siete cuerdas por cierto, y Jonathan Pérez, presumo que de origen hispano también, por obvias razones, desarrolló un eficaz trabajo tras la batería.
El concierto se centró en sus dos últimos álbumes, de los que tocaron 11 de los 16 temas del total. Los cinco restantes los repartieron entre sus dos primeros trabajos.
La escena recurrente durante todo el concierto fue la de, Ailyn (de elegante vestido negro) repartiendo simpatía y mostrado una impecable y delicada voz; Morten contrastando con su vozarrón y los riffs recurrentes, ayudado por Michael, algo más inquieto sobre las tablas rasgando las cuerdas sin parar y un Jonathan tremendamente efectivo y dando una sensación de consistencia impresionante.
Una de las particularidades de la música de Sirenia es la presencia de algunos temas de sugestiva belleza rítmica y vocal que ejercen un encanto especial. Ellos lo saben y, de entrada, atacaron las fibras sensibles con “The Path Of Decay”, éxito de su nuevo álbum, donde ya Ailyn empezó a exhibir sus cualidades vocales. Repitieron jugada con “The Other Side”, “Lost In Life” y antes de los bises con “My Mind’s Eye”.
Pero los noruegos también saben fusionar con inteligencia arrebatos guitarreros y voces agresivas que crean un contraste que forma parte de su personalidad, en este aspecto “Sundown” con su energético riff, fue uno de los cortes más representativos, con el público vibrando de lo lindo. No faltaron, por supuesto, los momentos grandilocuentes, respaldados por la tecnología.
Más suaves o más enérgicos, Sirenia dieron una lección de eficiencia ante una sala con algo más de media entrada. En estos momentos, se encuentran más cerca de los actuales Nightwish con Anette Olzon, que de sus anteriores etapas porque el registro de Ailyn es de una suavidad que transmite ternura, alejada de las connotaciones operísticas de Tarja Turunen o de la propia Itea Benedicto. Asimismo, hicieron gala de una excelente coordinación en el aspecto técnico, todo funcionó a la perfección. El carácter noruego, no da para excesivas demostraciones de expresividad corporal así que, tanto Morten (algo más comunicativo) como Michael (mudo total), hablaron con sus guitarras y lo hicieron, de igual modo, con una trabajada serenidad y un ímpetu desbordante.
Solo queda reiterar las bondades vocales de Ailyn y su seductora dulzura, además de sus constantes gestos de ánimo hacia el público ya que, oralmente, parece que lo tenía vetado. Y, por último, insistir en la constructiva tarea de Jonathan. A veces, al quedar detrás del escenario y no gozar de un nombre ilustre, la labor del batería puede pasar algo inadvertida ante la espectacularidad del resto de la banda pero, si alguien tuvo la perspicacia de observar su trabajo, sin duda descubrió a un tipo de lo más eficiente.
Abandonaron el escenario con la misma actitud que entraron, ante la satisfacción de sus seguidores a quienes se les reflejaba en el rostro la felicidad de haber disfrutado de principio a fin.
SET LIST
DISCOS
At Sixes And Sevens (2001)
An Elixir For Existence (2003)
Nine Destinies And A Downfall (2007)
The 13th Floor (2009)
CANCIONES
01. The Path Of Decay (2009)
02. Sundown (2007)
03. Euphoria (2003)
04. The Other Side (2007)
05. The Seventh Summer (2009)
06. Star-crossed (2003)
07. One by One (2007)
08. Lost In Life (2009)
09. Downfall (2007)
10. Meridian (2001)
11. Led Astray (2009)
12. Sister Nightfall (2001)
13. My Mind’s Eye (2007)
Bises
14. Lithium And A Lover (2003)
15. Absent Without Leave (2007)
16. The Lucid Door (2009)
CRONICA, FOTOS Y VIDEO LOCKY PEREZ
Sirenia+Niobeth (17-09-2009: Salamandra (Hospitalet-Barcelona) eficacia noruega, sofisticación española2 thoughts on “”