Ha costado recuperarse de la resaca del concierto de Skunk Anansie en Madrid, y no es para menos. Cada vez que Skin y los suyos visitan nuestro país nos dejan una resaca musical impresionante, y es que no puedes una decir que un concierto suyo ha sido aburrido o que no te ha impactado.
La noche del 10 de febrero en La Riviera fue de esas que se recordarán, fue un concierto redondo. Con motivo de la presentación de su nuevo disco Anarchytecture. Como aperitivo, el concierto de The Pearl Harts, dueto femenino que no fueron todo lo motivadores que yo esperaba, pero cumplieron su función, animar un poco al público que estaba impaciente por ver a los ingleses aparecer sobre el escenario.
Tras algo más de media hora de concierto, The Pearl Harts abandonó el escenario para dejárselo a la verdadera protagonista de la noche, sin desmerecer al resto de la banda claro está, Skin. Más de 20 años avalan a esta banda que, si bien es cierto se han ido volviendo más comerciales con el tiempo, sus conciertos no pierden un ápice de contundencia.
El concierto fue un repaso a su último trabajo, pero rescatando algunos temas que no se habían tocado desde hace mucho, ya lo anunció durante el concierto la propia Skin. A ello se le suma el cambio contante de estilismos de su vocalista que dio mucho juego sobre el escenario.
Comenzaron con “And here I stand“, que ya provocó los primero vítores del público. Como hemos dicho rescataron temas antiguos, como “Because of You” o “I can dream“.
Skin en todo momento se mostró eufórica y con ganas de hacer bailar a todo el respetable. Su voz, prodigiosa como pocas, retumbaba sobre una Riviera que, aunque si bien no llegó al sold out, sí que presentó un buen número de seguidores congregados. Pero no todo fue protagonismo de Skin, Richard Lewis se marcó un sólo de bajo magistral.
Fueron cayendo temas como “My love will fall“, “Twisted“, y “Yes, it’s fucking political” con solo de theremin incluído. Y como nos tiene acostumbrados Skin siempre con un discurso político en contra del racismo y xenofobia.
Comenzaban a sonar clásicos de la banda, como “Weak” o “I believed in you“. Y llegó el momento de “Little baby swastikka“, con la que cerrarían la primera parte de su concierto. En ella se abrió un pasillo en la sala hasta la barra. Skin se acerca a ella y desde allí pide al público que la lleven en volandas para la traca final.
El retorno al escenario estuvo marcado por su carácter apoteósico. “Cheap honesty“, “Tracy´s flaw” y “Charlie Big Potato” estaban poniendo la guinda al final de la noche, pero, cuando ya la gente se daba por contenta e incluso algunos abandonaban la sala, volvieron a escena para tocar “The skank heads (get off me)“, y se despidieron a lo grande con “100 ways to be a good girl“. Impresionantes.
Skunk Annie se han convertido en visita obligada cada vez que vienen a España, un grupo de esos que aunque no te entusiasme su estilo musical hay que ver al menos una vez. Repetiremos, sin duda, en su próxima visita.
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