Uno de los mayores éxitos de finales de los setenta fue este Driver’s Seat de esta banda londinense y como consecuencia su primer álbum, Fickle Heart, arrasó en ventas. A partir de entonces, la carrera de estos tipos entró en rápido declive y esta canción ha quedado en eso que los anglosajones llaman “one hit wonder“.
Texto: Juan Manuel Vilches