El primer trabajo de la argelina Souad Asla es una de las sorpresas más interesantes que nos ha traído el año 2012 en el terreno de las músicas tradicionales. Los sonidos del Magreb y, sobre todo, mucho de la tradición gnawa están muy presentes, aunque esta chica ha pasado la mayor parte de su vida en Francia, un país que por sus fuertes lazos con el norte de África suele acoger bastante bien a músicos como ella.
A Souad Asla se la ha descrito como la heredera de Hasna El Becharia, conocida como la “voz del desierto“. Si bien es cierto que Asla tiene una deuda estilística clara como El Becharia y ambas con las músicas tradicionales del Sahara, Jawal también incorpora influencia del blues arenoso de Ali Farka Touré como en Zawali o Jabouna. Pero también encontramos retazos de la coladeira caboverdiana en la magnífica Marchandize, cuya base armónica es prácticamente propia del jazz latino. Moulana pone uno de los momentos más austeros de todo el álbum, basada casi exclusivamente en las voces y las percusiones, lo que acentúa la impresión nómada que tienen casi todos los cortes. Al final se incluye una versión del tema Patera, pero a diferencia de la original, en esta aparece Loy Elrich, uno de los miembros de los reputados Hadouk Trio.
Jawal suena excepcionalmente bien, lo que puede provocar una falsa impresión de producto perfectamente concebido para el mercado occidental y, aunque ciertamente cualquier oído europeo no tendrá problemas en disfrutar de este álbum, después de unas cuantas escuchas podemos descubrir que también esconde modos y estructuras tradicionales enormemente interesantes. Pero, más allá de todo eso, lo cierto es que el disco es una estupenda colección de buenas canciones.
Texto: Juan Manuel Vilches