Prefacio.
Madrid. Tres conciertos en cuatro días para dar por finalizada una gira de más de dos años. Tres espectáculos diferentes con enfoques dispares y un mismo eje común, Adelante Bonaparte, triple EP y última obra -maestra- de los catalanes Standstill.
I. Bonaparte Ensemble – Círculo de bellas artes, Madrid – 21/05/2012
Para empezar la semana la banda se completa con cuerdas, metales, marimbas, percusiones. Canciones como “La mirada de los mil metros” o “1, 2, 3 sol” ganan en dramatismo y contundencia rítmica con la nueva instrumentación. La sobriedad escénica, apenas un fondo de luz roja o azul, pone toda la atención en los arreglos que tanto músico sobre el escenario hacen posible. Los temas de Adelante Bonaparte se sustentan en la expresividad y calidez de la voz de Enric Montefusco, siendo “Cuando ella toca el piano” uno de los momentos álgidos de la semana.
II. Rooom – Círculo de bellas artes, Madrid – 22/05/2012
Si con la Bonaparte Ensemble se engrandecen las canciones, con el espectáculo audiovisual de Rooom es el mensaje el que adquiere otra dimensión, un contenido conceptual tan complejo como fascinante, cuya digestión se facilita con planteamientos como este, donde la historia de Bonaparte cobra sentido completamente.
Los altibajos de la vida musicalizados, paisajes tan íntimos a los que asomarse provoca una mezcla de curiosidad y pudor. Unos músicos sentados en círculo en constante conexión visual a mayor gloria de B. Todo esto el mismo día que se cumplen 27 meses de su edición discográfica, la trinidad al cubo sigue presente.
III. Rock – Joy Eslava, Madrid – 24/05/2012
La despedida fue en formato Rock. 5 músicos sobre las tablas en un día para que manden las guitarras y el sudor. En esta versión se omiten las canciones que por su contexto eran meros enlaces y se enfrentan los ambientes de Adelante Bonaparte con los incisivos temas de Vivalaguerra, siempre los más celebrados.
“El porqué de hablar solo”, “Adelante, Bonaparte (I)” o “¿Por qué me llamas a estas horas?” ya son himnos coreados. Cortes menos conocidos como “Poema nº3” o “Let them burn” son incluidos en el repertorio del adiós. Una última velada con más volumen y muy emotiva, pero también con la imperfección de muchos problemas de sonido y una banda visiblemente cansada.
Epílogo.
Standstill han seguido su propio camino con una personalidad y originalidad indiscutibles, del hardcore al rock progresivo con un lenguaje propio, transformaciones inesperadas en cada disco y un aumento progresivo de la complejidad de su discurso. Ansiamos ser testigos del próximo cambio de timón para seguir compartiendo como hacen historia. La semana que viene repetirán trío de espectaculos en Barcelona y este ciclo terminará, pero, como en Adelante Bonaparte, otro empezará de nuevo.
Texto: Rafael Mozún
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