Los argumentos sobre los que se sostiene el sonido del disco se fundamentan en la presencia, en primer plano, de una guitarra de vértices corrosivos y afinación extremada hacia los tonos graves, dotando al álbum de un groove crudo y punzante cuya rugosa textura ejerce un hipnótico magnetismo; asimismo, la presencia de un registro vocal de amplios recursos abarcando sin titubeos tanto momentos coléricos como irrupciones melódicas, perfecciona los atributos de las canciones, que terminan de perfilarse con el apoyo de una sección rítmica dedicada a cohesionar la maquinaria añadiendo elementos heterogéneos que huyen de los ritmos recurrentes.
El hecho de que “Gotta Kill It”, tema inicial, contenga una cadencia similar a lo que hacía Marilyn Manson, en la época de Antichrist Superstar, puede tomarse simplemente como una anécdota porque la canción contiene mucha más sustancia, con su accesible estribillo y su pegadiza dinámica, sin olvidar el excelente trato que Pepe da a las partes vocales.
Igualmente, resulta anecdótico que el riff de guitarra de “30” nos recuerde a Helmet o que las sonoridades de “Sandy Parrots” y “The Last Forgiven” evoquen las esencias de Mastodon, porque las vibraciones que transmiten nos transportan hacia el particular universo de Stereozone, donde el metal alternativo y el stoner comparten protagonismo con reminiscencias grunge y elementos de corte progresivo, tal como descubriremos también en la contundente y áspera “Premonition”, con sus diversos y complejos pasajes, o en la oscura y a la vez cautivadora “Flashback”, con interludios al estilo Tool, donde bajo y batería toman el protagonismo por unos instantes. “Stone Dressed”, también cuenta con decisiva presencia de la sección rítmica mezclándose con arrebatos guitarreros y una vocalización que pasa de los tonos suaves a los desgarrados con inusitada eficacia.
Por otra parte, “Acid Rain” nos recuerda por momentos a Alice In Chains mientras que en “Ultraviolence Ray”, Stereozone muestra su lado más salvaje en una pieza dotada de un desbocado frenetismo instrumental y perturbadoras e histéricas voces.
En un paulatino desvió hacia perfiles sombrios llegamos a la recta final con canciones igualmente funcionales como “Tyrannosaur”, con el bajo haciendo una atractiva entrada antes de que domine la situación un marcado y tenebroso compás de guitarra arropado por una constructiva batería, “Fahrenhate”, en la que las influencias de Tool vuelven a hacer acto de presencia y, “End Of Times”, un final convulso con el espíritu de Queens Of The Stone Age dejando su huella, algo que, por otra parte, permanece impregnado a lo largo de la grabación.
Se trata de un trabajo de envolventes atmósferas, catalizador de emociones constantes, salpicado de partes intensas y así como de breves incursiones reposadas. A pesar de estar aún en los primeros meses del año, sin duda candidato a colocarse entre los mejores discos nacionales de metal de 2012.
Imprescindible.
CALIFICACION: 9,50
GRUPO: Stereozone
TITULO: Power
DISCOGRAFICA: Maldito Digital
AÑO: 2012
PAIS: España
CRITICA REALIZADA POR LOCKY PEREZ