Los finlandeses Stratovarius irrumpieron con fuerza en la mitad de la década de los ochenta con su power metal majestuoso impregnado de virtuosismo guitarrero neoclásico. En un momento determinado consiguieron un importante reconocimiento internacional y estuvieron a un paso de alcanzar el olimpo de los dioses del rock, ese lugar solo reservado a unos pocos. Sin embargo, los aireados problemas del resto de la formación con Timo Tolkki y su “ida de olla”, sumieron al grupo en una peligrosa inestabilidad que resultó perjudicial para su carrera.
Con Timo Tolkki “fuera de juego”, los actuales Stratovarius intentan recuperar el tiempo perdido volviendo a los escenarios para demostrar a sus fieles seguidores que la estrella que una vez guió su camino no les ha abandonado a pesar de las dificultades.
Nada mejor que empezar recordando algunas de sus mejores composiciones. Y eso es lo que hicieron en su vitalista presentación en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona. De entrada, con “Destiny”, “Hunting High And Low” y “Speed Of Light”, se ganaron de inmediato a la audiencia con un trío de canciones, potentes, accesibles y majestuosas. De paso, pudimos comprobar lo que iba a resultar una constante durante toda la actuación, el buen estado vocal de Timo Kotipelto, el nervio de Jens Johansson a los teclados, la potencia de Jörg Michael a la batería (quien quiso dejar claro cuales son sus simpatías futboleras clavando una bandera del Borussia Dortmund a un lado de los tambores), la diversión implícita de Lauri Porra con el bajo y, por último, el convencimiento de que Matias Kupiainen, posee excelentes cualidades, se ha integrado perfectamente y sabe ocupar un discreto lugar en cuanto a posición en el escenario, resaltando cuando la ocasión lo requiere que, obviamente, fueron esos momentos en los que la guitarra se alza con el protagonismo individual.
Luego, llegó el momento de resaltar las virtudes particulares, quedándose en el escenario Porra y Johansson para el primer mano a mano, un tanto insustancial, dando lugar a los instantes menos inspirados de toda la actuación, también provocados, seguidamente, por otra de las entregas de Polaris, “Winter Skies”, un tema algo oscuro que pasó bastante desapercibido.
Por suerte, retornaron los momentos resplandecientes con “Phoenix”, tras el cual Lauri Porra volvió a sus deslices solistas, ahora acompañado por Matias; ambos entablaron un duelo bajo/guitarra que resultó mucho más ameno que el anterior de bajo/teclados. A modo de introducción en materia, Kupiainen entonó los reconocidos acordes de El Bueno El Feo y El Malo, con una notas hiper agudas.
Ya en la recta final, recurrieron por tercera y última vez a su más reciente grabación con el tema “Forever Is Today”, con un excelente trabajo de guitarras, al que siguieron, un “Paradise” mucho más enérgico que en estudio y el portentoso “Against The Wind”, de su lejano Fourth Dimension (1995), que fue lo más atrás en el tiempo que se remontaron; para cerrar con “Eagleheart”, en espera de los bises.
No se hicieron de rogar demasiado y, unos instantes después la balada “Forever” puso la nota más romántica de la noche, para afrontar el tramo final con renovadas energías interpretando “Father Time” y “Black Diamond”, con esos magníficos teclados de Johansson imitando sonidos de siglos pasados y otra notable demostración guitarrera de Matias.
En conclusión, un concierto que, increíblemente, comenzó 15 minutos antes de lo estipulado y donde se percibió el reencuentro de Stratovarius con su mejor capacidad de respuesta, respaldada por las cualidades que les son inherentes y por un sonido que, por una vez, estuvo repartido bastante equitativamente entre todos los elementos en acción, sin que la batería nos machacara insistentemente opacando al resto de protagonistas, como suele suceder demasiado asiduamente. En cambio, la pegada de Jörg resultó en todo momento compacta y precisa, dejando siempre el necesario espacio para la apreciación global de la instrumentación.
LOS INVITADOS
Los también finlandeses Tracedawn abrieron las actuaciones y, aunque mostraron buenas maneras, el sonido, excesivamente embarullado, no les acompañó para nada. Además, la guitarra solista se quedó muda constantemente, restando vistosidad al desarrollo de la actuación. Mejoró la situación cuando les tocó el turno a los alemanes Mystic Prophecy y su power metal de perfiles thrash. Después de presentar su efectivo repertorio se despidieron a lo clásico con el “Paranoid” de Black Sabath, ante el regocijo del público.
SET LIST
1) Destiny (Destiny)
2) Hunting High and Low (Infinite)
3) Speed of Light (Episode)
4) The Kiss of Judas (Visions)
5) Deep Unknown (Polaris)
6) A Million Light Years Away (Infinite)
7) Solos de Jens Johansson y Lauri Porra
8) Winter Skies (Polaris)
9) Phoenix (Infinite)
10) Solos de Matias Kupianen y Lauri Porra
11) Forever Is Today (Polaris)
12) Paradise (Visions)
13) Againts The Wind (Fourth Dimension)
14) Eagleheart (Elements P1)
BISES
15) Forever (Episode)
16) Father Time (Episode)
17) Black Diamond (Visions)
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